Pruebas recientes de la teoría de la panspermia


Un meteorito caído en Marruecos trae a la Tierra materiales marcianos intactos

El vidrio negro formado en el interior de Tissint esconde secretos de la atmósfera, la superficie y el interior del planeta rojo

Analizar un meteorito marciano poco tiempo después de que caiga en la Tierra no es habitual, pero en este caso se ha conseguido con Tissint, que cayó hace un año en Marruecos. Este análisis ha revelado que en el interior de Tissint se había formado un vidrio negro que mantenía intactos materiales procedentes de la superficie, el interior y la atmósfera de Marte. 

 

Los meteoritos procedentes de Marte son una buena herramienta para comprender la evolución geológica del planeta rojo. Sin embargo, la mayoría de las muestras se ha recogido mucho tiempo después de su impacto, por lo tanto, con mayor probabilidad de contaminación o desgaste.


No así el meteorito Tissint, que se vio caer en julio de 2011 en esa localidad del desierto de Marruecos y enseguida se recogieron sus fragmentos, informa SINC.  Un equipo internacional de científicos publica esta semana un análisis de esta roca que abandonó Marte hace 700.000 años. Los resultados revelan que en su composición están presentes tres componentes distintos derivados del interior, superficie y atmósfera marciana. Según los investigadores, estos productos habrían sido arrastrados por fluidos de la superficie marciana, hasta quedar depositados entre las fisuras del meteorito.
Después, tras el impacto de un asteroide u otro cuerpo, el meteorito salió despedido de Marte y en su interior se produjo un derretimiento del material de las grietas donde estaban concentrados los productos arrastrados.

Vidrio negro

Este derretimiento originó un vidrio negro en el que quedaron retenidas sustancias químicas características de la superficie y atmósfera marciana, según señalan los experimentos llevados a cabo en la investigación. Ya se habían encontrado gases supuestamente procedentes de la atmósfera del planeta rojo en otro meteorito hallado en la Antártida en 1980. Sin embargo, como se localizó un tiempo después de impactar, no estaba tan ‘fresco’ como Tissint y sus datos no son tan fiables. Los investigadores también han confirmado que las características de la erosión sobre el meteorito descritas en el nuevo estudio son compatibles con las observaciones que la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han registrado en la superficie de Marte.

Comentarios