EL COMETA SIDING SPRING HA CAMBIADO LA ATMÓSFERA DE MARTE



La tormenta de partículas provocada por el paso cercano del cometa Siding Spring "literalmente ha cambiado la química" de la atmósfera superior de Marte.


Procedente de la Nube de Oort, este cometa pasó a sólo 135.000 kilómetros de Marte, lo que permitió una oportunidad única de estudio para la flota de naves orbitales y robots en superficie desplegados en el Planeta rojo

La Nube de Oort es una zona en el extremo más lejano del sistema solar, a 50.000 unidades astronómicas (UA). La zona está llena de objetos de más de mil millones de años, que contienen restos de la formación del Sistema Solar. De vez en cuando, la órbita de uno de estos objetos se interrumpe, forzándole a entrar en el sistema solar interior. Llamados "cometas de período largo", estos objetos pueden tardar miles de años en dar la vuelta al Sol.

"El cometa Siding Spring nos sorprendió", asegura Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA. "Modelamos de forma extensiva el ambiente del polvo del cometa, y no pensábamos que causase problemas operativos a nuestras naves en Marte. Sin embargo, las agencias espaciales decidieron modificar las trayectorias de sus naves para refugiarlas detrás del Planeta rojo durante el evento. Después de observar cómo el polvo se estrelló contra la atmósfera superior, me hace muy feliz que se tomase aquella decisión. Realmente creo que ocultarlas las salvó".

Al abrigo de la estela de escombros, los instrumentos de las naves espaciales comenzaron a recoger datos acerca de la composición fundamental del cometa y sus efectos sobre la atmósfera de Marte.

Miles de estrellas fugaces
"El polvo del cometa se estrelló en la atmósfera superior, creando una capa ionosférica masiva y densa y literalmente cambió la química de la atmósfera superior", señala Green. Además de añadir una nueva capa de iones a la atmósfera de Marte, el exceso de velocidad del cometa provocó una lluvia de meteoros, con miles de estrellas fugaces por hora.

Nick Schneider, responsable del espectrógrafo ultravioleta de la nave MAVEN, ha explicado que se detectaron ocho tipos diferentes de iones metálicos en el polvo de cometa: sodio, magnesio, potasio, cromo, manganeso, hierro, níquel y zinc.

Aunque el paso del cometa fue fugaz, su impacto podría tener efectos a largo plazo en el planeta. Cuando el polvo se estrelló en la atmósfera, produjo metales vaporizados. Finalmente, esos metales revirtieron al polvo en un proceso conocido como humo meteórico. La introducción de todo este nuevo polvo a la atmósfera puede producir nubes de gran altitud por encima de la superficie del planeta y podría afectar a la interacción con la luz del Sol. Por otra parte, la química de la atmósfera puede que haya quedado permanentemente alterada.

El interés en examinar las propiedades del polvo del cometa no termina con los efectos en Marte. "Creemos que los cometas se formaron mucho antes que la Tierra", apunta Green. El estudio de Siding Spring puede ofrecer una perspectiva del contenido de la nube que formó el Sistema Solar.

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