LAS VERDAD SOBRE LAS "PATATAS FRITAS" DEL MCDONALDS





En la mayoría de los caso, solemos presumir de que sabemos lo que comemos,no obstante esta afirmación es falsa con seguridad aplicada a las patatas fritas del McDonalds.











Y es que la verdad sobre las patatas fritas del McDonald’s va más allá de pensar en un alimento frito sin más, pues si así fuera estaríamos hablando de unas patatas, con algo de sal y fritas en aceite, pero no es así y en este post vamos a ver lo que realmente llevan.

Todo esto se conoce debido a que McDonald’s ha comenzado una campaña de transparencia y para ello la empresa ha realizado un listado tanto con los ingredientes de sus productos como con las técnicas que usan para cocinarlas, y lo ha colgado todo en su página web.

El programa de transparencia fue lanzado por McDonald’s bajo el eslogan “Nuestra comida, sus preguntas“ y para responder a algunos consumidores, en Canadá, sacaron un vídeo en YouTube explicándo el porqué la comida de la compañía se ve tan drásticamente diferente a lo que se publicita en el propio restaurante.

A continuación citamos uno a uno la lista de los ingredientes que contienen las famosas patatas fritas:

       Patatas: hay que dar las gracias que al menos usen patatas fritas como base para crear este alimento, sobre todo tras ver el resto de “aditivos” que utilizan para freirlas, pues visto lo visto podría ser hasta cartón.

      Aceite vegetal para freír: es una mezcla de 7 ingredientes, incluyendo algunos aceites como el de canola, maíz, soja, soja hidrogenado con terc-butil-hidroquinona (TBHQ), además de ácido cítrico y dimetilpolisiloxano.

        Aceite de canola: es un aceite genéticamente modificado que proviene de las semillas de colza. Estudios sobre el aceite de Canola hecho en ratas de laboratorio indican problemas de corazón, riñones y glándulas tiroides.

           Aceite de soja: se extrae de la soja genéticamente modificada, posee un olor muy suave, un sabor natural y tiene un color verdaderamente limpio, ideal para acrecentar el sabor de los alimentos. Es económico y es apreciado por su valor nutricional.

          Aceite de cártamo: la mayoría del cártamo se calienta a altas temperaturas, lo que provoca su alteración química, pero el aceite producido es beneficioso para nuestro sistema cardiovascular e inmunológico.

         Dextrosa: también se la conoce como glucosa, es azúcar simple. Pocas personas pensarían que unas producto salado como son las patatas fritas llevarían azúcar.
        
   Ácido sodio pirofosfato: es una sal comestible fosfórica que evita la decoloración de los alimentos, como en las patatas crudas, y en este caso se utiliza para mantener el color de las patatas fritas más tiempo.

       Ácido cítrico: es un compuesto natural que se encuentra en todos los seres vivos, pero está particularmente concentrado en las frutas cítricas. Es uno de los principales aditivos alimentarios, usado como conservante, anti-oxidante, acidulante y saborizante.

          Dimetilpolisiloxano: es un derivado de la silicona, la misma de los implantes mamarios, el cual podría contener restos de amianto. Se suele utilizar como un agente antiespumante.

Su “Sabor natural”: es aparentemente obtenido de una fuente vegetal, pero el apodo de “natural” no significa nada, ya que incluso puede potencialmente contener toxinas glutamato monosódico (MSG).

TBHQ: es un ingrediente a base de petróleo, utilizado como conservante. Se le ha relacionado con el asma, enfermedades de la piel, trastornos hormonales, y en estudios en animales a largo plazo con el cáncer y daños en el ADN.

Por último aquí dejo una imagen que nos haga reflexionar:

 

¿De verdad sabemos lo que comemos?



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