UNA INMUNOTERAPIA FRENA EL VIH EN ENSAYOS EN HUMANOS



Parte de la eficacia infectiva del VIH es que ataca, precisamente, al sistema inmunitario, y este se convierte en el cazador cazado. Pero esta situación puede empezar a revertirse con este pequeño trabajo de apenas 29 voluntarios, 17 con VIH, aparte de los estudios previos en ratones y macacos, se consiguió, por primera vez, una reducción sostenida del número de virus circulante tras aplicar un tratamiento, un anticuerpo monoclonal, que refuerza la respuesta inmunitaria de la persona infectada.
Este abordaje ya se había intentado anteriormente, pero los productos diseñados no conseguían una respuesta suficientemente fuerte o duradera. Y eso cuando no causaban efectos adversos, el equipo de la Universidad Rockefeller ha identificado un producto, que tiene una gran afinidad por la parte de la superficie del VIH que se une a los receptores CD4 de los linfocitos. Estas últimas moléculas son el puerto al que se ancla el virus antes de empezar su infección, por lo que actuar sobre esa ligazón es un abordaje muy específico.

Pero los primeros datos permiten ir más allá. Lo que importa de un tratamiento contra el VIH, como los antirretrovirales que se emplean actualmente, es que reduzcan la cantidad de virus circulante, en el ensayo se vio que esto sucedía de manera proporcional a la dosis de anticuerpo utilizado, con reducciones de hasta 100 veces en la carga viral en 28 días.
Pero también se observó que había un paciente que no experimentaba ninguna mejoría porque su virus ya era resistente al nuevo anticuerpo.
Los propios autores del trabajo reconocen que el estudio es muy pequeño, pero permite obtener algunas conclusiones.
La primera, que el anticuerpo era “generalmente bien tolerado a todas las dosis que se ensayaron, tanto en las personas con VIH como en las del grupo de control”. En verdad, este es el hito que un ensayo en fase I, la primera de las pruebas que se hacen con fármacos en humanos, busca: demostrar la seguridad del tratamiento. En este caso, se miden los efectos adversos. Estos se clasifican, por su gravedad, de 1 a 5. Durante el ensayo, que siguió a los voluntarios durante 56 días, no hubo de grado 3 o superior.

Fuente: www.elpais.com/elpais/2015/04/08/ciencia/1428507227_480094.html

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