LAS RATAS TAMBIÉN MUESTRAN ARREPENTIMIENTO

Todos nos hemos equivocado alguna vez
 y nos hemos arrepentido de las decisiones tomadas. Ahora, un nuevo estudio demuestra que no estamos solos: las ratas también muestran arrepentimiento.
Como explica David Redish, de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), el arrepentimiento es pensar en lo que has hecho, y afecta a las decisiones futuras.

En su opinión, si se quieren estudiar las emociones y sentimientos, no basta con preguntarle a la gente qué es lo que siente, así que, al estudiar el arrepentimiento, el equipo buscó manifestaciones neuronales y conductuales, y probaron primero con ratas.

Redish y su compañero Adam Steiner descubrieron que estos animales muestran arrepentimiento tanto en su actividad neuronal como en la conductual.

Al estudiar la actividad neuronal, ambos expertos se centraron en dos áreas del cerebro que se sabe que participan en el proceso de toma de decisiones en las personas y también en algunos animales: la corteza orbitofrontal y el estrato ventral.

Para grabar la actividad de las células nerviosas, implantaron electrodos en el cerebro de cuatro ratas y las entrenaron para recorrer un laberinto con cuatro pasillos. Al final de cada pasillo colocaron alimento con sabor a chocolate, cereza y plátano; en el cuarto pusieron alimento sin sabor. Al llegar a uno de ellos, se emitía un sonido antes de recibir el alimento, que indicaba cuánto tendría que esperar para conseguirlo.

En ese momento, la rata tenía que tomar una decisión: esperar el tiempo indicado antes de ir a por la comida o ir al siguiente punto. Podían estar en el laberinto solamente una hora, por lo que estaban obligadas a ser lo más eficaces posible.

Cuando dejaban pasar uno de los pasillos y se iban al siguiente, dándose cuenta de que tendrían que esperar todavía más para conseguir el alimento en el segundo, ocurrían dos cosas: miraban hacia atrás hacia el pasillo anterior y el patrón de células nerviosas del cerebro que representaban la primera opción se iluminaba.

«Eso es el arrepentimiento», confirma Redish. No solo miraban hacia atrás, además estaban pensando sobre la opción no escogida.

Es más, observaron que las ratas se comían el segundo alimento mucho más rápido, dedicando apenas 5 segundos cuando lo normal sería 20.

Por otra parte, las ratas decepcionadas reaccionaron de forma diferente. Algunas se sentaron a mirar la opción frente a ellas; otras visualizaron la siguiente. Esas ratas, según Redish, miraban al futuro.


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