EL CEREBRO DE LOS CIEGOS PUEDE APRENDER A VER


Según un estudio reciente publicado en la revista científica «PLOS Biology», en aquellos casos en los que la ceguera se ha producido por la degeneración de la retina, el cerebro puede entrenarse para captar estímulos visuales. Es necesario implantar una prótesis que trate de hacer las veces de retina. Elisa Castaldi y Maria ConcettaMorrone dirgieron la investigación de las retinas afectadas por la enfermedad retinitis pigmentaria.

En todo el mundo más de 40 millones de personas son ciegas. Muchas de ellas tienen esta condición desde el nacimiento,por un defecto genético, una enfermedad hereditaria, o algún problema durante el desarrollo fetal; y otras que la alcanzan después de muchos años de degeneración lenta y progresiva de la retina, la parte del ojo que capta las imágenes y la luz y envía la información al cerebro.

Por eso, muchos tratamientos de la ceguera se centran en crear prótesis para tratar de «sustituir» la función de la retina. El problema es que se desconoce si el cerebro de las personas ciegas conserva su capacidad de procesar las imágenes después de que su retina pierda la capacidad de captar imágenes. Por eso, un reciente estudio publicado en la revista «PLOS Biology» ha investigado si el cerebro es capaz de hacerlo. Y ha concluido que el cerebro tiene la capacidad de aprender a ver de nuevo.

La investigación, dirigida por Elisa Castaldi y Maria ConcettaMorrone, ambas investigadoras en la Universidad de Pisa, una de las universidades de mayor renombre de Italia; estudió la retina de varias personas afectadas por una enfermedad conocida como retinitis pigmentaria. Es una enfermedad ocular en la cual hay daño a la retina. La retina es la capa de tejido ubicada en la parte posterior del ojo. Esta capa convierte las imágenes luminosas en señales nerviosas y las envía al cerebro. Se puede explicar como una dolencia hereditaria en la que la retina se degenera y lleva a una ceguera total.

Las científicas usaron la técnica de la resonancia magnética funcional para analizar la actividad cerebral de estos pacientes, después de implantarles una prótesis capaz de captar estímulos visuales y transmitirlos al cerebro, a través de sus axones (terminaciones de las neuronas) y de células ganglionares (una de las que captan las señales nerviosas de la retina de forma natural).

Descubrieron que los cerebros de estas personas aprendieron incluso a reconocer estímulos visuales inusuales, como destellos de luz, y que su capacidad estaba relacionada con el incremento de su actividad cerebral.

Estos cambios en el cerebro se produjeron en la corteza cerebral, donde se procesa la información, y en el tálamo, una de las partes del cerebro donde primero se procesa la información cerebral. Lo interesante es que cuanto más practicaba el paciente, más actividad registraron en estas zonas y mejor percibían los estímulos visuales enviados por el implante.

Según las investigadoras, estos resultados son importantes porque muestran los cerebros pueden adaptarse y aprender de nuevo después de años de ceguera, lo que allanará el camino para las prótesis visuales del futuro.

Fuentes: ABC

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