TRASPLANTE DE HECES

En EE UU se encuentra el primer banco de excrementos, el cual proporciona la materia prima necesaria para salvar vidas.

Este banco se encuentra en un común edificio de oficinas al norte de Cambridge (Massachusetts, EE UU). Cada mañana se pueden ver entrar y salir de estas oficinas a docenas de jóvenes de aspecto saludable.

Algunos de ellos ya van con un paquete listo y otros muchos van a defecar allí. La organización sin ánimo de lucro se llama Open Biome.


¿Para qué es necesario un banco de heces? En el cuerpo humano poseemos una gran cantidad de microbios a los que llamamos "microbioma", estos microorganismos tienen un papel fundamental en numerosas funciones fisiológicas de nuestro cuerpo y con ello influyen mucho en nuestra salud. Este estudio es uno de los más investigados en el mundo de la biología hoy en día, y aun así sólo nos encontramos en la punta de iceberg de todo este asunto.

Los "microbiomas" tienen una gran relación con nuestro intestino delgado y asi con diversas enfermedades relacionadas con este, como por ejemplo el sindrome del colon irritable y no sólo esto sino que también está relacionado con la obesidad o la diabetes.

Aunque por el momento hay pocas conclusiones, algunos especialistas están buscando formas de intervenir en el microbioma, especialmente en aquellos casos extremos en los cuales infecciones bacterianas pueden llegar a causar la muerte del paciente. Aquí es donde hace aparición "el trasplante de la materia fecal". S e introducen heces de una persona sana que tendrá consigo un microbioma equilibrado que tendrá el deber de colonizar el intestino de la persona enferma, y con esto desplazando las bacterias nocivas.

La principal razón para la creación de este banco de heces es la bacteria llamada Clostridium difficile ( C.diff para abreviar), esta bacteria afecta a medio millón de personas y mata cada año a unas 15,000, sólo en EE UU. Podemos encontrar está bacteria en el intestino de un 10% de la población sin causas efectos nocivos pero, a veces, causan problemas. Si por cualquier razón se rompe el equilibrio microbiano del intestino por ejemplo el uso de antibióticos , puede ocurrir que las bacterias con mayor resistencia como las C. difficile se multipliquen sin orden alguno y se conviertan en predominantes. Si esto llegase a suceder con una segunda ronda de antibióticos suele exterminarse la infección en el 80% de los casos, aunque en ciertas ocasiones, esta bacteria sobrevive y además se vuelve resistente a los antibióticos con lo que los pacientes quedan infectados, con dolor y diarreas constantes.

Se ha demostrado que con el trasplante de heces hasta el 94% de los pacientes se recuperan, y lo más increíbles es que esta recuperación es sólo en cuestión de horas.

La idea de fundar el Open Biome surgió por un paciente afectado de esta enfermedad causada por la bacteria, la infección cada vez era más y más resistente a los tratamientos, hasta que un médico le planteó la idea del trasplante de heces, contemplando la posibilidad de que esto pudiese funcionar, si embargo el procedimiento se alargó demasiado hasta el paciente decidió tomar cartas en el asunto, pidiéndole a un amigo suyo las heces para hacerse el trasplante el mismo en casa. Todos quedaron impactados ya que el raro tratamiento tubo un muy bien resultado, y el paciente ya recuperado en pocas horas pudo llevar una vida normal sin complicaciones de ningún tipo.

Sin embargo no podemos evitar decir que aunque este trasplante sea una especie de milagro para aquellos que lo necesitan, también es peligrosos ya que las heces son una gran fuente de bacterias y otros organismos y aunque se les hagan análisis a los donantes buscando la posibilidad de que exista algún patógeno nocivo, puede llegar a pasar inadvertido este. Por lo tanto esto es un método que aun sigue en instigación y pruebas para poder asegurar que se 100% seguro.

Sólo el 3% de los candidatos a donantes son aptos para esta actividad, así que se puede decir que la selección de los mismos es muy selectiva, una vez comprobado que son aptos se les facilita unos contenedores donde defecar y se les pagan 40 dólares por cada defecación.

Fuente: EL PAÍS.

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