CREAN LA COMUNICACION ENTRE CÉLULAS ARTIFICIALES

En Alemania,  Friedrich Simmel y Aurore Dupin, investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM), han creado los primeros ensamblajes de células artificiales que son capaces de comunicarse entre sí.

Las células, las cuales se encuentran separadas por membranas grasas, realizan unos intercambios de unas pequeñas moléculas de señalización química para poder realizar reacciones más complejas, como la producción de ARN y otras proteínas.

Gran cantidad de científicos de distintas partes del mundo trabajan para la creación de unos sistemas artificiales que sean semejantes a las células que interpretan el comportamiento de los organismos vivos. Simmel y Dupin fueron los creadores de ensamblajes en células artificiales, las cuales se encontraban en una disposición espacial fija. Lo más característico de esto, es que dichas células son capaces de comunicarse entre sí.

Para ello, se utilizan geles o pequeñas gotas de emulsión encerradas es unas finas membranas de grasa como bloques de construcción básicos para las células artificiales. Dentro de unas unidades, de 10 a 100 micrómetros; diferentes reacciones, como las quimbas y bioquímicas, pueden desarrollarse sin problemas.

El equipo de investigación utilizó estas gotitas encerradas en membranas lipídicas y las unió a estructuras multicelulares artificiales llamadas "microtejidos". Las resultados fueron que las reacciones bioquímicas utilizadas en las gotitas, son capaces de producir ARN y proteínas, de esta forma aporta a las células un tipo de capacidad de expresión génica.

Estas células artificiales asimismo, son capaces de intercambiar  pequeñas "moléculas de señal" mediante membranas o canales de proteínas que se encuentran incorporados en las membranas. Esto les permite unirse de forma temporal y espacialmente entre sí. Además, los sistemas se vuelven activos, como ocurre en la vida real.

Los impulsos químicos se pueden propagar mediante una serie de estructuras llamadas estructuras celulares que permiten transmitir la información. Estas señales también pueden actuar como disparadores, pues permiten que las células que al principio son idénticas se desarrollen de distinta forma.

A medida que transcurre el tiempo, los grupos de células artificiales se podrán introducir como mini-fábricas para crear biomoléculas específicas, e incluso también podrán utilizarse como pequeños sensores de micro-robot que tendrán la capacidad de procesar información y adaptarse a sus entornos.

Fuentes: Tendencias 21Nature 

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