LA REPROGRAMACIÓN CECULAR PERMITE LA DESCENDENCIA EN ANIMALES ESTÉRILES

Un estudio realizado en ratones elimina cromosomas triplicados que producen infertilidad y algunas enfermedades como el síndrome de Down.

De todas las células que forman el cuerpo, las germinales, es decir, óvulos y espermatozoides, han parecido ser las de mayor dificultad de creación con técnicas como la reprogramación celular, que es útil para la transformación de piel en neuronas, corazones y otros muchos tejidos. Los gametos o células sexuales son las más resistentes a las manipulaciones, aunque sean simplemente realizadas para la corrección de defectos génicos que producen enfermedades.



Ahora un equipo de investigadores procedentes de Japón y Reino Unido expone un resultado totalmente soprendente que ha sido obtenido mientras trabajaban para generar espermatozoides de laboratorio. Estos investigadores informan sobre como han sido capaces de eliminar dos defectos genéticos conocidos como trisomías debidos a la duplicación extra de los cromosomas sexuales. Generalmente los machos son XY y las hembras XX, sin embargo los que poseen trisomías son XXY, síndrome de klinefelter, o XYY. Estos defectos en los cromosomas pueden provocar que el portador sea estéril.

Para realizar el estudio los investigadores usaron células de la piel de ratones con los dos trastornos anteriores y les aplicaron un cóctel de proteínas ideado por un Nobel. La función de ese cóctel es rebobinar el reloj biológico hasta transformar estas células en células madre que puedan volver a madurar para formar diferentes tejidos y órganos. Los investigadores no consiguieron crear espermatozoides, pero observaron durante la reprogramación que el cromosoma extra desaparecía en un gran número de las células. Cuando estas células reprogramadas fueron inyectadas en los testículos de ratones estériles maduraron en espermatozoides que al ser injertados en óvulos, generaron descendencia sana.

Uno de las investigadores contó que los ratones que eran descendientes de esta primera injerta, habían sido criados hasta la edad reproductiva, y en ese momento los cruzaron y observaron que estos también eran fértiles, y además poseían descendencia sana. Ninguno de los hijos ni de los nietos portaban ya en su genoma la trisomía que producía la esterilidad.

Los investigadores han demostrado además que esta misma técnica elimina el cromosoma extra de células de hombres con síndrome de klinefelter. En otro experimento con ratones,se ha podido comprobar que este método también permite corregir la trisomía del cromosoma 21 que caracteriza al síndrome de Down.

Si esta técnica pudiese ser aplicada a humanos se podrían desarrollar otras técnicas de reproducción asistida para que los hombres con trisomías en los cromosomas puedan tener descendencia. Pero antes de que esta técnica pueda ser usada, hay que solucionar algunos problemas como la reproducción de tumores en algunos de los portadores de las células injertadas.

Otra opción sería desarrollar espermatozoides en laboratorios a partir de células de la piel de cualquier hombre estéril, algo que de momento no se ha podido realizar; de hecho, los investigadores especializados en este tipo de investigaciones ni si quiera saben en qué se están equivocando al intentar desarrollarlos.

Fuentes: EL PAÍS, Quo

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