Unos inmunólogos han confirmado que nadie es alérgico de
nacimiento ya que para esto tendría que haberse expuesto antes a los pólenes
contra los que produce el organismo un tipo de anticuerpos (IgE) pero también es
verdad que los factores ambientales a los que está expuesta la madre durante el
embarazado pueden causarle al niño tener alergia en edades tempranas.
El alérgico por una parte nace porque hay un componente antigénico
pero realmente se hace. El cambio climático, la plantación de ciertas especies
vegetales como el plátano de sombra, y también, el abuso de antibióticos o una alimentación
esterilizada que dificulta la exposición de gérmenes en edades tempranas, han influido
mucho en que el número de alérgicos aumente.
Por ejemplo en el caso de los árboles, para que se deje de
aumentar el número de alérgicos por lo que se ha propuesto limitar la plantación
en la ciudades de especies muy alérgicas ya que la combinación de estos
factores hacen que los pacientes sufran más. Los síntomas se han hecho
multiestacionales, es decir, que no ocurre solo en alguna estación aislada como
la primavera.
La solución para los síntomas de la alergia son la vacuna o antihistamínicos.
Las vacunas se presentan como el único tratamiento para poder controlar la
alergia, esta se debe poner una vez al mes como mínimo tres años y como máximo
cinco. Unos de los problemas de la alergia es que cuando desaparece la alergia
hacia un polen, puede aparecer hacia otro. La alergia ahora mismo no tiene cura
pero puede que sí si se diseñan vacunas más eficaces, seguras y que no tarden
tanto tiempo en proporcionar tolerancia.
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