DISEÑAN TEJIDOS INTESTINALES HUMANOS Y NERVIOS FUNCIONALES

Científicos del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati han usado células madre humanas pluripotentes para cultivar tejidos intestinales humanos que tienen nervios funcionales. Según dicen esto acerca el uso de células madre pluripotentes humanas para la medicina regenerativa y el crecimiento de intestino humano para el trasplante.

Con el objetivo de reconstruir y estudiar un desorden severo del nervio intestinal llamado enfermedad de Hirschsprung, han empleado tejidos intestinales con nervios funcionales creados en el laboratorio. Esto permite moldear y estudiar trastornos intestinales en tejido tridimensional funcional con células genéticamente específicas y probar nuevos productos terapéuticos.

El coinvestigador del estudio y director quirúrgico del Programa de Rehabilitación Intestinal en el Hospital Infantil de Cincinnati, Michael Helmrath, dice: “Un día esta tecnología nos permitirá hacer crecer una sección de intestino sano para el trasplante en un paciente, pero la capacidad de usarlo ahora para probar y hacer innumerables nuevas preguntas ayudará en mayor medida a la salud humana”.


Jim Wells, el investigador principal, añade: “muchos medicamentos orales producen diarrea, calambres y perjudican a la motilidad intestinal. Un objetivo bastante inmediato de esta tecnología que podría ayudar a un mayor número de personas es como un primer cribado para los nuevos fármacos con el fin de buscar toxicidades y prevenir los efectos secundarios en el intestino”.

Este intestino humano funcional ha abierto nuevas posibilidades de investigación, como por ejemplo la posibilidad de realizar estudios más profundos sobre la salud nutricional, la diabetes, las enfermedades intestinales graves.

El tracto gastrointestinal contiene el segundo mayor número de nervios en el cuerpo, y los tejidos intestinales del estudio inicial carecían de un sistema nervioso entérico. Esto es crítico para el movimiento de los desechos a través del tracto digestivo y la absorción de nutrientes. Si estos nervios no funcionan bien se obstaculiza la contracción de los músculos intestinales.

Las células madre pluripotentes humanas fueron sometidas a un baño bioquímico que desencadena su formación en tejido intestinal humano en una placa de Petri, que genera organoides intestinales humanos tridimensionales. Para diseñar un sistema nervioso para los organoides intestinales que ya crecen en una placa de Petri, generaron células de cresta neural en un plato aparte, que fueron manipuladas para formar células precursoras de los nervios entéricos. La mezcla adecuada hizo que las células precursoras de los nervios entéricos y los intestinos crecieran juntas de forma parecida al desarrollo del intestino fetal. Wells relata: ´´Hemos probado algunos enfoques diferentes basados en gran medida en la hipótesis de que, si se juntan las células adecuadas en el momento idóneo en la placa de Petri, se sabrá qué hacer. Fue largo, pero funcionó”. 

Tras suprimir los sistemas inmunes, los intestinos y nervios fueron trasplantados a ratones. Funcionaron y se estructuraron de forma muy similar al humano.

FUENTE: PHMK

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