CÉLULAS MADRE, NUEVA ESPERANZA PARA LA DIABETES

La diabetes es una enfermedad grave, crónica y degenerativa producida por falta de secreción de insulina por parte del páncreas, sin cura desarrollada actualmente. No obstante, se han planteado diversas alternativas a la inyección de insulina, necesaria en estos pacientes.

Así, una de dichas alternativas se basa en las células madres, las cuales parecen ser la nueva esperanza para el tratamiento, descubriendo la manera de sustituir las células encargadas de producir la insulina del páncreas (no presentes en los diabéticos) transformando por vez primera células madre, hasta conseguir células beta pancreáticas (comprobadas en ratones), mediante su manipulación en cultivos. Consiguiendo, de esta forma, suprimir las inyecciones de estos pacientes que únicamente anulan los síntomas de la enfermedad, sin suponer una cura de esta.
Sin embargo, el problema se plantea a la hora de determinar la cantidad de insulina que deben producir.
Dicha enfermedad se caracteriza por que las defensas comienzan por atacar a las células que producen la hormona de la insulina y terminan atrofiando las funciones del páncreas.
Así, las distintas investigaciones como "Nature" mantienen que el proceso se basará en separar en grupos las células madre hasta conseguir las respectivas células pancreáticas que será colocadas en los roedores sanos. Una vez estas maduran, se comprueba que comienzan a actuar de forma similar a las células sanas productoras de insulina.
“Ahora podemos generar células productoras de insulina que se ven y se parecen mucho a las células beta pancreáticas que tenemos en nuestro cuerpo. Este es un paso crítico hacia nuestro objetivo de crear células que puedan trasplantarse en pacientes con diabetes”, dijo Matthias Hebrok, director del Centro de Diabetes de la UCSF.
No obstante, además se encuentra el riesgo de que al trasplantar las células en humanos, estas sean atacadas por el sistema inmune hiperactivo.
Por otro lado, los investigadores de la Universidad de Washington (EE.UU.) demuestran que dichas células beta, obtenidas a partir de células madre, son bastante más sensibles a los niveles de glucosa.
Así, como demostró la anterior investigación, esta última muestra como al trasplantar dichas a ratones incapaces de producir insulina, estas células comenzaron a secretar esta hormona a los pocos días durante varios meses.
"Las nuevas células productoras de insulina reaccionan de manera más rápida y adecuada cuando detectan glucosa. Además, las células se comportan más como células beta en personas que no tienen diabetes", explica Jeffrey R. Millman, el cual explica que el siguiente paso sería comprobar si podrían producir insulina y controlar los niveles de glucosa en personas.
Así, al culminar el proceso se trasplantaron dichas células en ratones diabéticos con el sistema inmunitario suprimido para que no pudieran rechazar dichas células, de tal manera que estas controlaban las variaciones de glucosa en dichos individuos, curando la enfermedad durante varios meses.

Fuentes: ABCSopitas

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