Este nuevo virus mantiene en alerta al mundo a la espera de que se emita la alarma global por la propagación de la Fiebre Lassa, una enfermedad que hasta el momento ha cobrado la vida de más de 130 personas en África, representando una amenaza mayor que el zika y el ébola.
De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades de Nigeria, el virus Lassa cuenta con características similares a las del ébola pero su contagio y transmisión es aún más fácil, por lo que representa una amenaza global.
En un reporte especial para la revista Forbes, la periodista Judy Stone, señala que el médico misionero y asistente de cirugía en el hospital de Togo, Todd DeKryger ingresó al Hospital de la Universidad de Colonia, en Alemania, como un caso más de malaria. Murió el 26 de febrero; sin embargo, la autopsia del misionero reveló la presencia de un virus no registrado fuera de África.
Lo extraño y alarmante fue que después de que el cuerpo de Todd DeKryger fuera trasladado a una agencia funeraria para ser velado por sus familiares antes de regresar al hospital para ser analizado de manera más detallada, un trabajador de la funeraria resultó contagiado con la fiebre.
Hasta el momento, el trabajador se encuentra en un aislamiento total en un hospital de Atlanta, Estados Unidos, en donde permanece desde el pasado 11 de marzo bajo observación.
La Organización Mundial de la Salud, citada por la periodista, indica en su reporte que este padecimiento es de fácil transmisión a humanos en contacto con animales domésticos contaminados por el excremento de ratones infectados, principalmente localizados en zonas de África Occidental.
Las cifras de la OMS, indican que el virus Lassa se ha hecho presente en África por varios años, registrándose el contagio de entre 300 y 500 mil personas, de los cuales, alrededor de 5 mil han muerto.
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