CASAS CONSTRUIDAS CON IMPRESORAS 3D EN LA LUNA



El 21 de julio de 1969 Neil Armstrong se convertía en el primer ser humano en pisar la superficie de la Luna. Ese primer paso, ornamentado con las famosas palabras “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad” (traducido del inglés "That's one small step for a man, one giant leap for mankind”) supusieron el inicio de un camino espacial actualmente imparable y absolutamente necesario para comprender el universo.

Después de la llegada a la Luna de varias misiones espaciales parece que el interés por nuestro satélite natural perdió el interés para las distintas agencias espaciales del mundo. Ahora, tras el éxito de la misión Rosetta, con el primer aterrizaje sobre un cometa, las llegadas de diversos ingenios a Marte, la puesta en órbita de desarrollados satélites que miden distintos valores espaciales, etcétera, parece que la Luna vuelve a tomar importancia en el conocimiento de las dinámicas del espacio y sobre todo, como banco de pruebas para futuras misiones a otros planetas.



Evidentemente, al ser el satélite o planeta más cercano a la Tierra, también es el primero en el camino hacia la exploración de nuevos lugares habitables. Así pues, no es de extrañar que se plantee la posibilidad de que, en el futuro, existan bases en la Luna donde puedan habitar los humanos. Pero, ¿cómo se construirían? ¿Quién podría hacerlo? Con la llegada de las impresoras 3D se ha abierto una puerta a la creación automática y robotizada de dichas bases lunares.

Y es que la Luna, debido a su masa (mucho más pequeña que la de la Tierra) no tiene atmósfera que la rodee. Esto supone ya no solo que no existe oxígeno para que el ser humano pueda respirar, sino que tampoco existe la protección frente a los rayos solares y al impacto de meteoritos. De ahí que sea absolutamente imprescindible la construcción de dicha base en caso de querer crear un lugar habitable para el ser humano.

Para ello Foster + Partners, aprovechando conceptos arquitectónicos y una teórica tecnología futura ha creado un proyecto de una misión para construir una base en la Luna con ayuda de impresoras 3D y aprovechando los materiales de la propia superficie de nuestro satélite. El lugar elegido para la teórica construcción sería el borde del cráter Shackleton, en el polo sur de la Luna, pues según la rotación de la misma, es una zona bañada, casi de manera continua por la luz, lo que ofrecería energía solar para las máquinas trabajaran de manera continua. Además, este lugar permitiría reducir los extremos térmicos que se producen en la Luna donde la temperatura puede oscilar mucho más de 100 ºC.

En cualquier caso todavía se trata de una idea factible únicamente sobre el papel y sobre la que deberán trabajar los técnicos de las distintas agencias espaciales para hacerlo realidad.

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