CÉLULAS MADRES PARA TRATAR LOS DOLORES DE LA TERCERA EDAD



Los severos dolores que provoca la artrosis, la falta de movilidad típica de la tercera edad o los problemas de visión que llegan con la edad, hoy en dia se pueden revertir de manera exitosa gracias a la extracción de células madre de la propia grasa que de manera revolucionaria está llevando a cabo BiosCell.

"El tratamientos con células madre representa una oportunidad novedosa para estos pacientes, ya que hasta hace unos años no se encontraba disponible. Pueden favorecer la regeneración de tejidos y la mejora en la movilidad a través de procedimientos mínimamente invasivos por lo que representan una alternativa real de mejora en la calidad de vida", sostiene Ilse Müller, directora del laboratorio de criopreservación BiosCell.




Por otro lado, en personas de la tercera edad los mayores beneficios se dan a nivel de las articulaciones, donde el tratamiento con células madre disminuye el dolor en piernas (articulación de cadera y rodilla) y manos (artrosis de mano). A ello se suma, la regeneración de córnea, con lo cual es factible evitar un trasplante antes de llegar a la ceguera total.
Ello, gracias a que el tratamiento con células madres favorece el proceso de regeneración o transformación en los tejidos afectados, como hueso o cartílago. Además, las células madre Mesenquimáticas tienen propiedades anti-inflamatorias que atenúan esta condición disminuyendo el dolor.

"Estas células se encuentran naturalmente en el cuerpo favoreciendo mecanismos de reparación a través de la producción de factores de crecimiento que ayudan a la multiplicación de células vecinas, y a través de esta misma propiedad también pueden colaborar con lareparación del o los tejidos", explica la especialista del laboratorio Gabriela Zavala.

Es un tratamiento mínimamente invasivo. Ilse Müller, explica que la muestra de células madre se extrae desde la médula ósea del paciente, en un procedimiento que se realiza en pabellón. Luego, ésta es transportada hasta el laboratorio donde comienza el proceso de expansión celular, realizándose además múltiples análisis de control de calidad para demostrar el estado óptimo de las células. Una vez alcanzado el número celular necesario para los controles y terapia, el médico las inyecta en la zona afectada. En el caso que el paciente está complicado de salud y tiene un familiar más joven, éstas también pueden obtenerse de él.
En cuanto a sus efectos, éstos dependerán de cada caso así como de su estado de salud y grado de daño en sus tejidos. Sin embargo, "después de 3 semanas ya se pueden observar los resultados, percibiéndose una disminución del dolor y la inflamación", aclara la especialista.

"Cualquier cirugía tiene riesgos asociados, los cuales se incrementan en una persona de avanzada edad, por lo que resulta extremadamente ventajoso ofrecer alternativas eficientes y seguras, y que representen menos riesgos para su salud", finaliza Ilse Müller.

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