EL LADO BUENO DEL TABACO

El tabaco mata cada año a casi seis millones de personas.
Sin embargo, las plantas que dieron origen a esta pandemia también tienen un gran potencial para mejorar la vida humana.
Un grupo de investigadores del Instituto Noruego para la Investigación Agraria y Medioambiental (Bioforsk) ha anunciado sus planes para lograr una herramienta con la que hacer más viable la posibilidad de sustituir, el petróleo por la biomasa de los bosques.

Aprovechar la madera es complicado porque las paredes de las células que la componen son muy gruesas. Para descomponerlas, son necesarias muchas enzimas caras de producir. Como alternativa, el equipo noruego quiere desarrollar un sistema para utilizar plantas de tabaco transgénicas como fábricas más baratas y sostenibles.
Las enzimas que se emplean ahora para producir biocombustibles y otros productos alternativos a los derivados del petróleo requieren un sistema de fermentación que necesita mucha energía y agua. El proyecto de Bioforsk, aprovecharía la capacidad de las plantas para transformar la energía del sol y el CO2 de la atmósfera sin coste económico. Según Jihong Liu Clarke, directora del proyecto  “la planta de tabaco es ideal para este propósito porque tiene una buena cantidad de biomasa en sus hojas, abundantes y grandes. Además, crece rápido y se puede cosechar tres veces al año”.
A partir de sus experimentos para utilizar el tabaco como biofábrica de medicamentos, en el Instituto de Agrobiotecnología también han realizado ensayos que muestran las posibilidades de utilizar estas plantas para producir biocombustibles. En este caso, se trata de manipularlas para que generen más almidón y azúcares, que luego se convertirán en bioetanol. Los investigadores buscaron un cultivo de alta densidad. De esa manera, cuando las plantas miden medio metro, se siegan y se envía la biomasa obtenida a una planta de producción. Después se deja que vuelva a crecer la planta y se repite la operación tres o cuatro veces por temporada. De esa cosecha, se extrae el azúcar para obtener biocombustible y se producen residuos que también tendrán su utilidad. La planta de tabaco, muy rica en proteína, puede ser fuente de alimento para animales e incluso de suplementos para personas con carencias nutricionales.
El enorme gasto sanitario asociado al consumo de tabaco hace poco coherente mantener estas ayudas. La tecnología, sin embargo, ha demostrado que ese vegetal tiene mucha utilidad más allá de ser quemado para inhalar el humo que produce.

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