INMUNOTERAPIA FRENTE AL VIH


El VIH es tan eficaz porque ataca el sistema inmunitario, que se convierte en el cazador cazado. La revista Nature ha publicado una investigación en la que se consigue por primera vez una reducción sostenido (al menos 28 semanas) del número de virus circulantes. Se logra tras aplicar un tratamiento de un anticuerpo monoclonal, que consigue reforzar la respuesta inmunitaria. Un problema es que este estudio se ha realizado a un grupo pequeño de personas, sólo 29.

Los anticuerpos monoclonales se utilizan sobre todo para el tratamiento del cáncer. Son, fundamentalmente, moléculas que se unen a las células, bacterias o virus que hay que eliminar y las hacen más visibles para el sistema inmune, de manera que es más fácil que las defensas del cuerpo los ataquen. Lo que ha aportado el equipo de la Universidad Rockefeller, es identificar un producto, el 3BNC117, que tiene gran afinidad por la parte de la superficie del VIH que se une a los receptores CD4 de los linfocitos. Estas moléculas son como el puerto al que se ancla el virus antes de empezar la infección.

A pesar de lo pequeño de la muestra de estudio, han podido concluir que el anticuerpo era bien tolerado, lo cual es muy importante de cara a la seguridad del tratamiento. Pero, sobre todo, se demostró la reducción de la carga viral de forma proporcional a la dosis del anticuerpo. Sin embargo, en ningún caso se eliminó el virus. Esto indica que el uso clínico de este anticuerpo monoclonal se realizará unido a otros antivirales existentes.

Otro problema es que los anticuerpos tienen una vida breve, especialmente en las personas seropositivas, en quienes apenas alcanzan los nueve días de vida media. Una dificultad añadido es que el efecto de este anticuerpo puede anularse porque el cuerpo cree unos auto-anticuerpos.

José Alcamí, del Instituto de salud Carlos III, opina que este estudio refuerza la idea que el futuro del tratamiento antisida pasa por “expresar los anticuerpos en vectores de terapia génica mediante inyección intramuscular y verificar su impacto a medio plazo.”


Según Andrew Freedman, de la Universidad de Cardiff, este estudio demuestra la viabilidad de esta estrategia, aunque es necesario mayores ensayos antes de que pueda utilizarse este tratamiento.




Fuente:

http://elpais.com/elpais/2015/04/08/ciencia/1428507227_480094.html




Realizado por:

Clara López Casillas




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