UN HALLAZGO SOBRE LA FOTOSÍNTESIS CAMBIARÍA LOS LIBROS DE BIOLOGÍA.

Las plantas fabrican su propio alimento. Pueden detectar que hay otra planta cerca. Y pueden medir la cantidad de luz que reciben. “Las plantas son mucho más vivas de lo que pensamos”, dice Ezequiel Petrillo, el científico de tan sólo 32 años, que acaba de ser el artífice de un descubrimiento que podría cambiar los libros de texto de biología.





Las plantas realizan el proceso de fotosíntesis por el cual capturan la luz del Sol y producen su propio alimento (azúcares), usando el agua y el dióxido de carbono como materias primas. Así, también generan oxígeno, que otras especies –como los seres humanos– usan para respirar. El proceso de fotosíntesis se lleva a cabo en los cloroplastos, dentro de las células que están en las hojas de las plantas.


Hace seis años, Petrillo se preguntó cómo funcionaba el proceso de regulación genética –conocido como empalme o “splicing alternativo”– en la plantas (ya se conocía en los animales). Con un grupo de investigadores, realizó experimentos en la planta Arabidopsis thaliana(que cualquiera llamaría “yuyo”) y encontró que la luz modifica ese mecanismo de regulación genética. “Conseguimos descubrir que los cloroplastos no sólo hacen la fotosíntesis sino que también mandan señales al núcleo de las células de las plantas y pueden alterar el proceso de splicing alternativo”, explica a Clarín Micaela Godoy Herz, de 26 años, bióloga y becaria de doctorado del Conicet. Con la colaboración de Marcelo Yanovsky, de la Fundación Instituto Leloir y de investigadores de Austria y de Escocia, produjeron plantas transgénicas que tenían anulada la regulación por la luz del proceso de splicing e hicieron más estudios.








BIBLIOGRAFIA:
-http://www.clarin.com/sociedad/hallazgo-argentino-fotosintesis-cambiaria-biologia_0_1118288250.html

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