VER VÍDEOS DE GATITOS NOS HACE MÁS FELICES Y POSITIVOS

Los gatos, sobre todo los bonitos o excéntricos, ocupan miles de fotos de perfil de personas en sus redes sociales, fondos de pantalla en los ordenadores o cuadros y pósteres para decorar los hogares. Son, sin duda, uno de los animales domésticos que más ternura despiertan y, salvo los alérgicos y/o las personas con fobia al pelo, todos hemos tenido o querido tener uno en casa para acariciarle y hacerle mimos. Ahora, un estudio demuestra que, además, ver vídeos de estos adorables animales en internet mejora nuestro humor y aumenta el positivismo ante la vida.



No sólo nos conformamos con las fotos del segundo mejor amigo del hombre, muchos vídeos de gatos en Internet (saltando, sacando sus armas de defensa frente a un perro, maullando de forma peculiar, etcétera) se convierten en protagonistas de nuestros ratos de aburrimiento. Pero, ¿únicamente lo hacemos por lo graciosos que son? Un estudio llevado a cabo recientemente en la Universidad de Indiana ha confirmado que ver vídeos de gatos aumenta la energía y las emociones positivas de los espectadores.

Para llegar a esta revelación, Jessica Gall Myrick y sus colegas encuestaron a unas 7.000 personas sobre el hecho de ver vídeos de gatos y cómo afectaba esa costumbre a su estado de ánimo. Myrickt tenía claros los aspectos que quería explorar: ¿La visualización de vídeos de gatos tiene el mismo tipo de impacto positivo que la terapia con animales? ¿Algunos espectadores se encuentran peor después de ver vídeos de gatos debido al sentimiento de culpabilidad por posponer tareas importantes?

De los participantes en el estudio, alrededor del 36% se describió como una "persona de gatos", mientras que aproximadamente el 60% expresó que le gustaban de igual manera gatos y perros. Las principales conclusiones que Jessica extrajo de las encuestas fueron sorprendentes: las personas se sentían más positivas después de ver en los medios algo relacionado con los gatos, se reducían las emociones negativas, como el enfado o la tristeza, y a menudo se veían vídeos de estos animales durante la jornada laboral o en el estudio. Además, la autora del estudio asegura que el placer que recibían después de ver vídeos con este contenido contrarrestaba por completo el sentimiento de culpa por procrastinar.
Fuente : cienciaxplora.

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