¿Y SI EL COLESTEROL Y LAS GRASAS NO SON TAN MALOS COMO DICEN?

 Después de 60 años creyendo que las grasas saturadas y el colesterol aumentan el riesgo de que nuestro sistema cardiovascular no responda correctamente.
Hemos llegado a la conclusión, de que tanto las grasas saturadas, como el colesterol, no son realmente un factor de riesgo para este sistema.


 Ancel Key, hace ya 60 años, propuso una hipótesis que explicaba porqué el consumo de grasas saturadas y colesterol aumentaba el riesgo de muerte cardiovascular por infarto e ictus. Pero, los múltiples meta-análisis surgidos a raíz de esta hipótesis nos demuestran que, nada está tan claro como todos piensan y que estos dos lípidos no son tan peligrosos para nuestra salud como hemos creído hasta ahora.

 Uno de estos estudios concluye con que el consumo de grasas saturadas no está relacionada con la mortalidad total, coronaria, o vascular y que no inciden en el riesgo de cardiopatía e ictus. Y aunque cabría esperar que es justo lo contrario, podemos observar como los factores de riesgo cardiovascular además de estar ligados a la alimentación, también están ligados a otros muchos aspectos, y de este modo, comprobamos como aquellos que suelen tener una mala alimentación, también abusan de otros malos hábitos, como son el fumar o el sedentarismo. Por lo que afirmaríamos el hecho de que la alimentación no es el único riesgo y que este estudio podría tener razón al quitar culpa a las grasas saturadas.
 Por otro lado, podemos afirmar que el consumo de grasas trans industriales en nuestra alimentación, sí que influye a este riesgo cardiovascular, tanto como contribuye al aumento de a mortalidad total y coronaria, mientras que las grasas trans naturales no tienen estos riesgos. Y por esto, debemos tener en cuenta algunos factores para saber cuales de los alimentos que tomamos son nocivos y cuales no, estos factores son: nutrientes que lo forman, aditivos que contienen, modo de cocción y saber si se trata de un alimento transgénico o no.

 Para concluir, si tenemos en cuenta que el colesterol de la dieta se asigna de forma aleatoria, como muestran estudios recientes, esta hipótesis(que comentamos al principio) queda abierta a nuevas investigaciones, ya que podemos decir que el colesterol, sí que influye en la mortalidad cardiovascular y total, pero, no en eventos cardiovasculares.

 Y así se ha empezado a desvelar después de 60 años, otro de los secretos de la ciencia que se creía resuelto.

 Fuente: Sebastián Vignoli (BMJ)


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