¿PODEMOS SALVAR A BEBÉS DE FUTURAS ENFERMEDADES QUE LLEVAN EN LOS GENES?

La osteogénesis imperfecta, más conocida como "enfermedad de los huesos de cristal", es una enfermedad que debilita los huesos y hace que se rompan con facilidad. Esta enfermedad se debe a una alteración genética en los huesos. Esta dolencia es mortal para muchos bebés y quien la padece sufre un mínimo de 15 fracturas al año. Hoy en día se va a iniciar el primer ensayo clínico para tratar de insertar células madre procedentes de fetos de embarazos interrumpidos en bebés con la enfermedad.
La enfermedad de los “huesos frágiles” se llama oficialmente osteogénesis imperfecta y está causada por un error en el ADN del feto en su desarrollo dentro del útero de la madre, que impide la presencia del colágeno necesario para que los huesos se formen de manera adecuada.Para un persona que sufre esta enfermedad, un simple golpe o caida que no significaría nada más que un dolor momentáneo para otras personas, para ellos supondría una fracura grave.

Un equipo de médicos ensayará el próximo enero por primera vez una terapia para inyectar células madre embrionarias en fetos, a fin de tratar dentro del útero materno esta enfermedad. Con este ensayo médico, se espera que las células madre embrionarias, capaces de transformarse en distintos tejidos, alivien los síntomas de la osteogénesis imperfecta, detectada en uno de cada 25.000 recién nacidos.

Se llevarán a cabo pruebas genéticas capaces de buscar los defectos que genera esa dolencia, que hasta la fecha no tiene cura. El objetivo es ver si en el útero, la terapia con células madre puede mejorar la condición y el número de fracturas.

Con el experimento, se espera que las células madre donadas, que procederán de embarazos que ya hayan llegado a su término, aporten las correctas instrucciones para el crecimiento óseo del bebé. La citada patología puede resultar mortal en bebés que nacen con fracturas múltiples, mientras que aquellos que logran sobrevivir afrontan un promedio de hasta 15 fracturas anuales además de otros problemas en su dentadura, oído y en el crecimiento.

Durante el ensayo médico, los expertos inyectarán directamente en el feto un tipo de célula madre que se transforma en hueso, cartílago y músculo sano. En las pruebas participarán quince fetos, a los que se inyectarán las células embrionarias, y a los que volverán a introducir ese tipo de células después de nacer. Además, otros quince bebés recibirán las células, tras lo que los médicos compararán el número de fracturas sufridas con otros pacientes no tratados.

Muchos médicos indican que si con este ensayo se pudiera reducir la frecuencia de las fracturas, reforzar el hueso y mejorar el crecimiento se obtendría un impacto enorme. Se trata del primer ensayo y, si tiene éxito, allanará el camino para otros tratamientos prenatales cuando los padres no tienen más opción.
La primera inyección de células embrionarias en fetos se realizará entre las semanas 20 y 34 del embarazo.

Fuente: EL PAÍS.

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