¿POSIBLE LA REGENERACIÓN CARDIACA A PARTIR DE CÉLULAS MADRE?

Desde hace mucho la ciencia viene negando esta posibilidad ya que el corazón adulto en mamíferos tiene una casi inexistente capacidad de regeneración, pero últimos experimentos han dado un voto de confianza a lo que puede ser esperanzador para muchos: la regeneración cardiaca a partir de células madre.

La casi nula capacidad proliferativa cardiaca se da debido a que los miocardiocitos o células del corazón una vez muertos ya no sirven. Sin embargo, la terapia celular y últimas investigaciones están cambiando la tan asentada creencia.

Un aliento de esperanza hacia estas tan idílicas creencias se dio cuando Philippe Menasché, profesor de Cirugía Torácica y Cardiovascular, implantó en el corazón de dos pacientes sendos parches compuestos de células creadas a partir de células madre embrionarias humanas en el Hospital Europeo Georges Pompidou de París a finales del año pasado.

Este exitoso experimento abrió puertas a que se quepa la posibilidad de combatir problemas que hasta ahora parecían increíblemente difíciles de reparar por completo como la insuficiencia cardiaca, reparación del músculo vital y así recuperación de su ritmo de contracciones con nuevas células de refresco que se especializarían y así conseguirían obtener la funcionalidad plena que tiene un miocardiocito.

Sin embargo, pronto empezaron a surgir inconvenientes en esta innovadora terapia celular. Un año después de la controvertida intervención, Menasché se mostró algo prudente diciendo que aunque el procedimiento es totalmente seguro, es difícil valorar su eficacia. El profesor también afirma que los pacientes a los que se les intervino han mejorado, pero que no resulta claro que esto sea debido a los parches celulares.

"Parece poco probable que las células nuevas hayan podido colonizar el área lesionada y autotransformarse para crear nuevo tejido", admite este doctor.

Afortunadamente, existen alternativas las cuales surgieron ya hace años. Una buena alternativa sería la de la implantación de células madre mesenquimales (procedentes de la médula ósea) para la regeneración cardiaca. Este tipo de terapia celular parece que pueda ser más eficaz ya que las células madre mesenquimales son más accesibles y fáciles de conseguir y también son menos propensas al rechazo. Estas células teóricamente tendrían la capacidad de convertirse en cualquier otra, haciendo posible la regeneración cardiaca. No obstante, esta terapia requiere de su refinamiento para poder hacerla totalmente eficaz.

Otra estrategia sería la de la fomentación de la capacidad proliferativa de los miocardiocitos que, apoyándose en la idea de que podemos renovar hasta un 1% de las células musculares de nuestro corazón (hasta los veinte años, ya que el porcentaje va bajando desesperadamente a medida que vamos envejeciendo), parece ser difícil de poner en práctica, pero no imposible. De hecho, algunos investigadores están ya intentando identificar las moléculas del ciclo celular que pueden afectar a la proliferación.

La última alternativa vigente sería la que trabaja con la llamada respuesta fibroproliferativa. Afortunadamente, el tejido cardiaco al morir por infarto no desaparece, sino que deja una cicatriz que aparentemente pretende curar.

En 2006 un científico japonés llamado Shinya Yamanaka convertir fibroblastos en células madre pluripotentes inducidas, capaces, teóricamente, de convertirse en cualquier célula adulta, incluidas las del corazón. Todavía esta por verse si este procedimiento resultaría exitoso en humanos.

En conclusión, existen varias estrategias mediante las cuales podríamos llegar a la tan ansiada y necesaria regeneración cardiaca en humanos. Sin embargo, estas necesitan de dinero y tiempo para poder seguir siendo investigadas y desarrolladas. ¿Podremos ver próximamente esta terapia resultando exitosa en humanos y por tanto sus incontables beneficios? La respuesta depende de nosotros.

Fuente: El Imparcial.

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