CÉLULAS SANGUÍNEAS RESPONSABLES DE LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS

Un nuevo estudio apunta a un fundamento por el que algunos niños sufren alergias alimentarias letales. Cuando nacen, su sangre comprende grandes cantidades de un tipo de células que pueden fomentar una respuesta inmunitaria hiperactiva. 

                                                                 
Estudios ya habían indicado que las anomalías empiezan a germinar pronto. Al tomar muestras de sangre del cordón umbilical del recién nacido, los investigadores pueden conseguir una imagen del sistema inmunitario del niño.




 Así, han descubierto que la sangre de los niños que más tarde sufren alergias alimentarias contiene más señales químicas que promueven la inflamación, así como valores anormalmente bajos de linfocitos T reguladores, unas células que se encargan de rebajar la intensidad de la respuesta inmunitaria.


Para conocer las alteraciones clave en el desarrollo posterior de alergias, el inmunólogo Yuxia Zhang, Eliza Hall y sus colaboradores examinaron a más de 1000 recién nacidos. Inicialmente analizaron las células inmunitarias de muestras de sangre del cordón umbilical de los niños, y, al cumplir un año, el equipo comprobó si eran alérgicos a una variedad de alimentos, como por ejemplo la leche de vaca, los huevos...


Los niños que sufrieron alergias mostraron al nacer valores más altos de un tipo de leucocitos denominados monocitos, los cuales constituyen las reservas del sistema inmunitario. Cuando enfermamos, los monocitos se transforman en células como los macrófagos, que combaten los patógenos. Zhang y sus colaboradores revelaron que los monocitos de los niños alérgicos no solo eran más numerosos, sino que presentaban un comportamiento hiperactivo.


Estudios anteriores no habían establecido una relación entre los monocitos hiperactivos y las alergias alimentarias infantiles, por ello, en placas de cultivo, comprobaron que la señal emitida por los monocitos de los niños alérgicos alteraba el comportamiento de los linfocitos T reguladores, que normalmente suprimen las reacciones alérgicas. En cambio, se transformaron en otras células, los linfocitos T auxiliares, los cuales impulsan las reacciones alérgicas.


Según los investigadores, los resultados muestran que el sistema inmunitario de algunos niños se halla «preparado al nacer» para desarrollar alergias.  No está claro por qué los niños propensos a las alergias nacen con monocitos hiperactivos. Puede ser por alguna sustancia que se haya en la comida que ha ingerido la madre durante el embarazo que altera el sistema inmunitario en desarrollo del bebé.


Debido a que la señal química liberada por los monocitos hiperactivos promueve la inflamación, el estudio apunta a la posibilidad de sofocar la inflamación como una medida para frenar las alergias.


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