REGENERAN TEJIDO ÓSEO MEDIANTE CÉLULAS MADRE DE PULPA DENTAL

La regeneración ósea, se comprobó en ensayos in vitro (conejos), mientras crean los protocolos para emplearlo en seres humanos.

La medicina regenerativa usa una composición de células, moléculas y distintos materiales para poder obtener de esa mezcla el tejido que se desea reconstituir.

Uno de los problemas más ocasionales y alarmantes en la medicina (traumatología, odontología...) es la pérdida de tejido óseo esponjoso que es imprescindible para el soporte de nuestro cuerpo.

La magíster Jiménez Ortegón extrajo células madre de pulpa dental y las sembró en soportes tridimensionales fabricados por ella y que contienen fosfato de calcio cristalino (hidroxiapatita) y cerámica dental, principales elementos de los huesos humanos.

Posteriormente, colocó todos los componentes en un líquido, mantenido con una serie de proteínas que se ocupan de programar las células con el fin de que logren regenerar el hueso.


A partir de esto, se pudo comprobar que las células al convertirse en osteoblastos tenían la capacidad de crear fragmentos óseos. Una vez confirmada esta evidencia, comenzaron a realizar las pruebas in vitro en conejos y pudieron observar que las células madre de la pulpa dental había regenerado parte del hueso.

Células eficientes

Otro de los resultados es que las células usadas para dicho avance tienen una gran capacidad de diferenciación y forman una gran cantidad de mineral óseo de aquel elaborado por otras células.

Las células madre de la pulpa dental tienen muchos potenciales y tienen tanta calidad que son capaces dde regenerar piel o mucosa oral, e incluso otro tipo de tejidos corporales.

Este es el primer paso para aquellas personas que quieran regenerar su tejido óseo hasta que sea fuerte y resistente contra cualquier tipo de trtamiento.

En ocasiones, algunas enfermedades crónicas o degenerativas llegan a acabar con partes importantes del hueso que dan soporte a partes del cuerpo. Sin embargo, su resistencia puede perderse a causa del envejecimiento, cáncer...

Hasta el momento, la manera tradicional es el injerto (reponer las partes afectadas con hueso sano), pero hay personas que pueden llegar a rechazarlos y les crean infecciones.

Fuente: Revista con ciencia.

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