SE OBTIENE DE MANERA ARTIFICIAL EL GENOMA MÁS PEQUEÑO.

El pasado 24 de marzo se publicó en Science un trabajo de Caraig Venter y su equipo, en el que se informaba de la obtención de un organismo con el genoma más pequeño de cualquier forma de vida celular conocida. Además, el genoma fue sintetizado de forma artificial en el laboratorio.

Este trabajo supone un nuevo hito dentro de la biología sintética, que combina la ingeniería y la biología para obtener seres vivos con nuevas características. Una rama de la Biología Sintética, la Genómica Sintética, consiste en la síntesis artificial de un genoma mínimo (un genoma que contiene los genes esenciales que permiten a un organismo vivir) para trasplantarlo en una célula viva.

Una aplicación potencial de este genoma mínimo es constituir un “genoma chasis” al cual se puedan unir otros genes para conseguir funciones específicas. Por otra parte, los genes esenciales son objetivos potenciales para nuevos antibióticos, ya que son necesarios para que las bacterias sobrevivan.

Fue en 2010 cuando los investigadores del Instituto J. Craig Venter consiguieron sintetizar de forma totalmente artificial un genoma bacteriano sencillo (aunque no el más sencillo), introducirlo con éxito en una bacteria a la que se le había quitado su propio genoma y conseguir que el genoma sintético tomara las riendas del desarrollo bacteriano. Ahora, seis años después, estos investigadores han conseguido minimizar el genoma sintético de 901 genes a 473, es decir, han eliminado 428 genes no esenciales. Esto es lo más cerca que los científicos han estado de obtener una célula en la que la función de cada gen se conozca, aunque de los 473 la función de 149 aún no se conoce, lo que supone alrededor de un tercio del genoma total.

Si bien estos descubrimientos podrían tener aplicaciones muy valiosas, es necesario acotar su utilidad a éstas, pues algunos científicos han sugerido que estos descubrimientos podrían tener implicaciones en la definición del concepto de vida. Así, el significado de la vida, las propiedades compartidas por todo lo que está vivo, podrían deducirse a partir del genoma mínimo. Si los rasgos de un organismo vienen dados por su genoma, entonces la particularidad de estar vivo vendría dada por un conjunto específico de genes, y el resto del genoma proporcionaría características adicionales al organismo. No obstante, mientras que un número mínimo de genes puede ser suficiente para que un organismo específico viva, no será suficiente para la supervivencia de un organismo diferente. De hecho, el conjunto de genes esenciales es diferente para cada tipo de organismo, y se puede garantizar la supervivencia del mismo sólo bajo las condiciones más favorables. Además, esta es una visión reduccionista incapaz de cumplir con el concepto de la vida como algo más que meramente físico. Parece más apropiado dejar este tipo de razonamientos a la filosofía y la metafísica, a las que corresponden al tratamiento de los hechos que no se pueden experimentar científicamente.

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