OBTENCIÓN DE GAMETOS A PARTIR DE LAS CÉLULAS DE LA PIEL

Investigadores del Instituto Valenciano de Infertilidad han logrado transformar células de la piel en precursoras de células germinales mediante reprogramación celular directa. 
Se trata del acercamiento más novedoso hasta el momento hacia la creación de gametos in vitro en la especie humana. El estudio, publicado en Scientific Reports, ya ha presentado resultados óptimos en animales.

Tras cinco años de trabajo, expertos del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) han conseguido células con marcadores compatibles con células germinales (gametos) partiendo de fibroblastos (de la piel).

Esta investigación, publicada en Scientific Reports, supone el primer paso de un gran objetivo futuro: lograr un gameto procedente de la misma persona que no los posee. Es decir, supone iniciar la carrera hacia la generación de células reproductoras masculinas o femeninas artificiales que provienen de la misma persona que carecería de ellas.“Aunque esta investigación supone un primer paso en la especie humana, su aplicación en ratones ya ha revelado resultados exitosos. El fin último es tomar células de la piel y manipularlas genéticamente para lograr que una persona carente de gametos propios pueda obtenerlos y tener hijos propios”, explica Carlos Simón, director científico del instituto.

Según añade a Sinc, "al menos esta es la vía en la que, en algún momento, aquellos pacientes que no tienen sus propios gametos podrán tener hijos genéticamente propios"A pesar de que se han presentado varios trabajos al respecto, este acercamiento es el más novedoso hasta el momento. Para desarrollarlo, los científicos han partido de la reprogramación celular, concepto gracias al cual Shinya Yamanaka fue galardonado con el premio Nobel de Medicina en 2012.

En su estudio, el IVI emplea la reprogramación celular directa. Así, se toman células de la piel y, mediante la transfección con un cóctel específico de genes, se logra que estas células adultas se transformen. Sus cromosomas se reducen a la mitad después de entrar en meiosis y presentan marcadores genéticos y epigenéticos propios de células germinales.

Este trabajo, desarrollado en colaboración con la Universidad de Stanford (EE UU), supone un primer paso en un ambicioso proyecto a largo plazo.

"Ahora lo que requiere es ser más eficientes en el proceso, producir gametos germinales maduros, espermatozoides u ovocitos, y a continuación crear embriones y comprobar que son genética y epigenéticamente normales. De estas células vamos a obtener un ser humano, por lo tanto este proyecto es a muy largo plazo ya que los controles han de ser muy estrictos", concluye Simón.

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