5 INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL POCO CONOCIDAS

Contraer una infección de transmisión sexual (ITS) es uno de los mayores temores de quienes tienen una vida sexual activa. Quienes padecen o han padecido alguna de ellas conocen los complejos tratamientos y prejuicios que esta condición acarrea con sí.

“Las ITS son manifestaciones clínicas, muy diversas que comprometen generalmente el área genital y las mucosas, también pueden tener efectos en el resto del organismo”, detalla la matrona Marcela Puentes, especialista en sexualidad humana y docente de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad Mayor.


Sin embargo, más allá del Virus de la Inmunodeficiencia humana (VIH), papiloma, sífilis y gonorrea; existen muchas enfermedades e infecciones asociadas al encuentro sexual que pueden atacar una o gran parte del organismo y que no son tan conocidas como las anteriores.

1. Granuloma inguinal

Esta enfermedad (conocida también como donovanosis) suele ser relacionada con la falta de higiene en la zona genital, ya sea masculina o femenina. “Es reconocida por ser un factor que aumenta el riesgo de adquirir el VIH, también produce elefantiasis de los genitales”, explica la experta y detalla que la elefantiasis es un “problema grave del drenaje linfático, que provoca una inflamación crónica local, que hace que el órgano involucrado crezca de manera exagerada”.

El Granuloma inguinal, el cual es más común en centro américa (además de Brasil y Perú) se manifiesta en forma de úlceras, las que suelen ser indoloras a pesar que sangran al contacto de la piel o algún material. “Su incubación es de siete hasta tres meses”, añade Marcela.

La matrona explica las úlceras suelen ser el primer síntoma de esta enfermedad y pueden llegar a ser sangrantes. “Se ubican en pene, escroto e ingle en los varones y vulva, región perianal y vagina en las mujeres”, agrega.

El sitio web de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus , explica que la bacteria responsable de esta enfermedad es la Klebsiella granulamatis, la que suele manifestarse en zonas cálidas y tropicales. En tanto su tratamiento es intensivo (con antibióticos) y se extiende por dos semanas, para evitar que la enfermedad dañe el tejido genital.

2. Citomegalovirus

El citomegalovirus (CMV) es un virus que no manifiesta síntomas una vez contraído y se contagia a través de los fluidos corporales. El sitio oficial de esta enfermedad señala que una vez infectado con el CMV, el cuerpo lo retiene de por vida.

Marcela comenta que este virus no es necesariamente una ITS, y al menos la mitad de la población ha estado en contacto con él o a sufrido la enfermedad. “Se transmite por fluidos como saliva, orina, sangre, lágrimas, semen y leche materna”, explica.

“Desde que llega al organismo y se aloja, no sale más de él, haciendo a la persona portadora del citomegalovirus”, comenta Marcela Puentes.

Este virus se expresa en forma de herpes y sólo lo hace cuando la persona infectada manifiesta una baja en su sistema inmunológico. La experta detalla que los síntomas son tan imperceptibles que pueden confundirse con un resfriado común o fatiga; no obstante, la erupción de la piel es la señal clave para detectarlo.

Si bien corresponde de los virus con menos gravedad en la escala de las ETS, la persona infectada debe reposar y abstenerse de actividad sexual por un mes y medio para recuperarse.

3. Anexitis

Conocida también como la enfermedad inflamatoria pélvica, este padecimiento puede ser una reacción de otra ETS (como sífilis o gonorrea) y contribuir con el mal estar del afectado. La anexitis en la inflamación del útero, motivo por el que esta enfermedad sólo afecta a las mujeres.

“Se le da este nombre a la inflamación de tipo infecciosa de las trompas y/o ovarios femeninos (anexos) puede ser causada por microorganismos propios de la vagina femenina o de transmisión sexual”, detalla Marcela.

Además de dolor punzante, la experta explica que la paciente suele manifestar fiebre, flujo vaginal abundante y mal estado en general. Por otra parte, la ginecóloga obstetra Paula Silva explica en el portal de salud Medicinaintercultural, que la consecuencia más grave y preocupante de esta enfermedad es la esterilidad.

“La mujer debe consultar si tiene estos síntomas, porque requiere de tratamiento antibiótico para su recuperación. No es bueno que dejen pasar estas molestias, porque el cuadro se puede complicar y requerir antibióticos endovenosos e incluso una intervención quirúrgica”, explica Marcela.

En tanto, esta enfermedad puede formarse por el contagio de otras enfermedades o por la trasmisión de parásitos desde otro órgano genital.

4. Chancroide

El chancroide o chancro blando es una infección de trasmisión sexual dolorosa y muy desagradable, producida por el virus Hameophilus Ducreyi. “Es una infección muy poco común en Chile. Los casos reportados son de personas que viajaron a África o Sudeste asiático en donde la adquirieron”, explica la matrona.

Se manifiesta como úlceras de considerable espesor que manifiestan bordes de color amarillento. Suele confundirse con sífilis, motivo por el que el paciente debe realizar un examen para descartarlo. “Las zonas comprometidas son los genitales externos y perianal, provoca mucho dolor al orinar y tener relaciones sexuales”, detalla como otro síntoma.

Según detalla Medlineplus, esta infección tarda sólo dos días en manifestarse. Para eliminarla es necesaria la ingesta de antibióticos o, incluso, drenar las úlceras.

5. Epididimitis

La Epididimitis es la hinchazón del epidídimo, o sea, la zona corporal masculina que une a los testículos con los vasos deferentes, que tiene como función transportar y guardar los espermatozoides.

Esta enfermedad afecta a los hombres y es causada por una infección u otra ETS/ITS. Quienes padecen esta enfermedad sienten una especie de “pesadez” en la zona testicular, además de fiebre y eyaculación dolorosa y/o con sangre.

Marcela Puentes explica que debido a sus síntomas se asocia mucho a ITS como gonorrea y clamidiaisis, motivo por el que es muy importante asistir a un médico para descartar otras opciones.

Para recuperarse de esta dolorosa enfermedad, el paciente deberá consumir antibióticos específicos (y su pareja también). Si no se combate, además de consecuencias tan terribles como la apertura del escroto, el individuo arriesga infertilidad.

La importancia de asistir a un médico

Gran parte de las infecciones de trasmisión sexual tienen un tratamiento efectivo para recuperar a los pacientes, razón por la que Marcela Puentes destaca la importancia de asistir al médico a tiempo. “Es fundamental tener en cuenta que cualquier síntoma genital requiere de una consulta. Casi todas las infecciones se pueden tratar con antibióticos y la persona se recupera”, recomienda.

“Es primordial que los usuarios no tengan miedo y consulten a la brevedad. Las complicaciones siempre estarán derivadas de la falta de tratamiento oportuno”, añade la especialista.

Respecto a los síntomas en común de las ITS, la matrona destaca que “toda persona que tenga alguna lesión, flujo genital con o sin dolor que comprometa vulva y vagina en mujeres, pene y testículos en varones, debería consultar”. A lo anterior se podrían agregar otras molestias generales, pero lo básico es la presencia en los genitales.

“La genitalidad es un lugar tabú en nuestro cuerpo. Todo lo relacionado a ella provoca vergüenza y miedo, lo que hace que nuestra consulta sea muy tardía o incluso esperamos a que los síntomas se pesen solos. Este círculo vicioso hace que, al no consultar a tiempo, la persona queda expuesta a las secuelas de las infecciones y a seguir transmitiéndolas a sus contactos sexuales”, detalla Marcela.

Si bien son pocas las ITS mortales, exceptuando el VIH que puede causar la muerte, Marcela Puentes admite que podría ocurrir si no son tratadas. “La sífilis -por ejemplo-, sin tratamiento oportuno puede conllevar múltiples consecuencias en el organismo, que incluso podrán derivar en la muerte”, ejemplifica. En esta misma línea, cuenta que esta infección pone en riesgo los niños dentro del vientre de una embarazada. “Un 6% del total de las personas con sífilis en el país, nacen producto de esto”, explica.

La especialista en sexualidad humana agrega que una ITS no tratada puede acarrear graves secuelas en la fertilidad de quien la padece, impidiendo la concepción de un hijo. “Por ejemplo, la gonorrea o la clamidia (uretitis no gonocósica), pueden producir infecciones graves en mujeres que no consultan a tiempo, comprometiendo sus trompas de falopio (pueden romperse) y poner en riesgo su vida y fertilidad”, señala.

Marcela asegura que no existe una ITS más grave que otra; más bien, las secuelas varían según la persona y su percepción le traerá más dificultad y molestias.

Finalmente, la experta reitera la importancia de asistir al médico ante cualquier signo. “No hay que olvidar que en nuestro país, a nivel del sistema público de salud, existe un programa específico que detecta, trata y realiza el seguimiento de estas infecciones UNACESS (Unidades de Atención y Control en Salud Sexual) derivadas desde los centros de salud familiar”, concluye.

Fuente: Biobiochile.

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