DESCUBREN EL FÓSIL DE UNO DE LOS SERES VIVOS MÁS ANTIGUOS DE LA TIERRA

Es el resto más primitivo de una bacteria oxidadora del azufre, un grupo que vivió antes de que hubiera oxígeno en la atmósfera. Son los organismos conocidos más antiguos que vivieron en aguas oscuras y profundas. Existieron hace 2.500 millones de años, mucho antes de que aparecieran las plantas y los árboles.

Hace unos 2.500 millones en la Tierra ocurrió un evento que cambió para siempre la vida en el planeta. 

Con la llamada «Crisis del Oxígeno», el que era un gas residual generado por microorganismos fotosintéticos acabó provocando una extinción masiva de especies al acumularse en la atmósfera, puesto que era un elemento tóxico para muchos seres vivos. Esto fue el fin para la mayoría, pero también fue la oportunidad para que otros seres capaces de aprovechar el oxígeno dominaran la Tierra.

De aquella tragedia quedan testigos mudos en forma de rocas. Son sobre todo los llamados estromatolitos, unas formaciones fosilizadas creadas por el crecimiento en capas de microorganismos que vivieron hace más de 3.500 millones de años. Pues bien, desde este martes, un estudio publicado en la revista «Geology» asegura haber encontrado los restos de unas bacterias que vivieron en la Tierra justo antes de que ocurriera la «Crisis del Oxígeno», tal como ha informado Phys.org.

«Estos son los fósiles más antiguos de bacterias del azufre (usan este elemento como fuente de energía)», ha dicho Andrew Czaja, profesor de geología en la Universidad de Cincinnati y primer autor del estudio. «Y este descubrimiento nos ayuda a entender la diversidad de formas de vida y de ecosistemas que existieron justo antes del "Gran Evento de Oxidación"».

Según Czaja, estas bacterias eran grandes, esféricas y con un aspecto diferente al de las bacterias actuales, pero similar al de organismos unicelulares que viven hoy en día en aguas profundas, ricas en azufre y pobres en oxígeno. Al parecer, fueron abundantes en las aguas profundas de los océanos hace entre 2.500 o 2.8oo millones de años.Estructuras encontradas en las rocas y asociadas con microbios- Andrew Czaja/Geological Society of America

Según creen los investigadores, se dedicaban a alimentarse de sulfuro de hidrógeno, una molécula que huele a huevo podrido. Eran capaces de robarles los electrones a esta molécula (a través de una oxidación) para obtener su energía, y en el proceso transformaban esos compuestos en sulfato (un gas que no huele a nada). Tal como ha dicho este investigador, además había otras bacterias que eran capaces de respirar este sulfato (se trata de las bacterias sulfatorreductoras). «El residuo de una era la comida para otra».

Hoy en día hay bacterias capaces de hacer reacciones químicas similares a aquellas en un «puñado» de lugares en los que no hay presencia de oxígeno, como pueden por ejemplo ser los sedimentos de algunas masas de agua o lugares donde se ha consumido temporalmente el oxígeno del agua.

Aprovechar la «comida» de los volcanes

«Aunque no puedo decir que estas bacterias primitivas fueran las mismas que las que hay hoy en día, tengo la conjetura de que hacían lo mismo que las bacterias actuales», ha opinado. «Estas bacterias tempranas probablemente consumían las moléculas que procedían de la disolución de minerales ricos en azufre que había en los océanos y que procedían de rocas erosionadas y lavadas de Tierra, o de restos volcánicos en los fondos».

Este tipo de procesos, entre otros, son los que hoy se consideran como un factor clave para poder encontrar vida en otros lugares del Sistema Solar en los que hay grandes masas de agua bajo la superficie, como es el caso de Europa, la luna de Júpiter, o Encélado, el satélite de Saturno.

Fósiles extremadamente antiguos

Estas bacterias del azufre primitivas fueron encontradas en las láminas de rocas de silicatos situadas en una región muy especial: el Cratón de Kaapvaal, una zona donde la corteza terrestre tiene 3.500 millones de años de antigüedad.El investigador Andrew Czaja señala el lugar donde se encontraron los fósiles de bacterias- Aaron Satkoski

Según este estudio, estos fósiles se formaron en el lecho marino profundo que había en el supercontinente de Vaalbara, una antigua placa de la que hoy pueden encontrarse restos en el Sur de África y en Australia Occidental. Gracias la datación por radiometría y a análisis de isótopos, Czaja y su equipo concluyeron que estas bacterias del azufre vivieron al mismo tiempo que en la superficie otros microbios comenzaban a producir cantidades cada vez más exageradas de oxígeno a través de la fotosíntesis.

«Esos fósiles representan los organismos conocidos más antiguos que vivieron en aguas muy oscuras y profundas», ha añadido. «Existieron 2.000 millones de años antes que las plantas y los árboles, que evolucionaron hace 450 millones de años». Los científicos aún no se han puesto de acuerdo en relación con el momento en que aparecieron por primera vez las bacterias oxidadores del azufre, pero Czaja cree que definitivamente estos microbios estaban aquí hace 2.500 millones de años y que estaban haciendo algo importante.

FUENTE: ABC 

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