PARCHE INTELIGENTE

El sudor contiene un gran número de componentes, caso de distintos metabolitos y electrolitos, que pueden aportar información muy valiosa sobre nuestro estado de salud. Tal es así que en los últimos años se han desarrollado diferentes prototipos de ‘muñequeras inteligentes’ con capacidad para leer y comunicarnos la información fisiológica contenida en el sudor en tiempo real, es decir, mientras sudamos. 

Y ahora, investigadores de la Universidad Northwestern en Evanston (EE.UU.) han ido más allá al diseñar un dispositivo que, cual calcomanía, se adhiere a la piel y ofrece una lectura más precisa de nuestro sudor. O lo que es lo mismo, de nuestro estado de salud.

Concretamente, el nuevo dispositivo, tal y como describe el estudio publicado en la revista «Science Translational Medicine», es un parche cutáneo de muy pequeño tamaño y grosor con capacidad de analizar en tiempo real cuatro biomarcadores esenciales contenidos en el sudor. Un dispositivo de un solo uso –su duración es de unas pocas horas– y muy barato que se puede poner en el brazo o en la espalda y que, si bien no lleva baterías, puede enviar los resultados del análisis a nuestro teléfono móvil y alertarnos de las medidas que debemos tomar en caso de que nuestra salud se encuentre comprometida –por ejemplo, indicarnos si debemos tomar electrolitos o beber agua para paliar un estado de deshidratación.Como explica John A. Rogers, director de la investigación, «el sudor es un rico fluido que contiene una serie de compuestos químicos importantes con información fisiológica sobre nuestro estado de salud. Así, y mediante la ampliación de nuestra ‘plataforma electrónica epidérmica’ previa con la inclusión de una red compleja de canales microfluídicos y de depósitos de almacenamiento, ahora somos capaces de llevar a cabo un análisis bioquímico de este importante fluido corporal».

Sudor ‘chivato’

Cuando realizamos ejercicio, ya sea moderado o intenso, sudamos. Y lo que hace este dispositivo es llevar el sudor a través de unos canales microscópicos hasta sus cuatro compartimentos circulares con agentes químicos que reaccionarán y cambiarán de color en función de los niveles de pH y las cantidades de glucosa, lactato y cloruro contenidas en este sudor.

Como apunta John Rogers, «hemos elegido estos cuatro biomarcadores porque ofrecen un perfil característico que resulta relevante para la determinación de nuestro estado de salud. Además, el dispositivo también puede determinar la tasa de sudoración y puede almacenar muestras para, en caso de ser necesario, realizar análisis más profusos en el laboratorio».Por tanto, solo tenemos que interpretar los cambios de coloración en los cuatro círculos o compartimentos de la calcomanía para evaluar cómo andamos de salud. Lo cual no parece demasiado práctico ni demasiado sencillo, menos aún si nuestro estado de salud es deficiente, como ocurriría en caso de deshidratación. Sin embargo, el dispositivo también es capaz de mandar esta información vía ‘wifi’ a nuestro teléfono móvil, con lo cual se facilita, y mucho, la lectura de los biomarcadores y la interpretación de los datos.

Y esta nueva ‘calcomanía’ o ‘parche’ inteligente, ¿realmente funciona? Pues sí, y muy bien. Los investigadores evaluaron su funcionamiento tanto en una prueba controlada de laboratorio –nueve voluntarios sanos pedaleando en bicicletas estáticas– como en condiciones reales, cuando no extremas –12 ciclistas recorriendo una gran distancia a través de un desierto–. Y lo que mostraron los resultados es que las lecturas del sudor ofrecidas por el dispositivo fueron totalmente similares a las obtenidas con los análisis convencionales del sudor y de la sangre que se realizan en los laboratorios. Todo ello sin que la calcomanía se moviera un centímetro de su sitio y sin causar ninguna molestia o irritación en la piel.

Futuro dispositivo diagnóstico
En principio, el dispositivo solo permite detectar la presencia de una biomarcador de la fibrosis quística y analizar la composición del sudor. Eso sí, de una manera más precisa que la que permiten los dispositivos experimentales ya desarrollados.

Como refiere John Rogers, «la interfaz cutánea íntima creada por este sistema microfluídico ‘ponible’ posibilita nuevas mediciones que no se pueden llevar a cabo con las almohadillas absorbentes y las esponjas que se emplean en la recolección de sudor».

Pero las posibilidades que ofrece el dispositivo no acaban ahí. De hecho, sus desarrolladores confían en que pueda ser empleado en el futuro para el diagnóstico de múltiples enfermedades.

Es más; su utilidad no tiene por qué restringirse al sudor. Como concluye John Rogers, «esta tecnología puede ampliarse, cuando menos potencialmente, a otros tipos de fluidos, caso de las lágrimas y de la saliva, y podría incluso ser adaptado para la detección del consumo de drogas ilícitas».

FUENTE: ABC

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