CURIOSOS SÍNTOMAS DEL TUMOR NEUROENDOCRINO

Las personas que poseen antecendentes de cáncer en la familia, las mujeres y las personas con presencia de diabetes son más propensas a padecer estos tipos de tumores.
Un 90% de los pacientes que poseen este tipo de tumor reciben un diagnóstico que no es el adecuado o con información errónea sobre su enfermedad.

Los problemas en la respiración, la diarrea, dolor de cabeza y el sangrado gastrointestinal son algunos de los síntomas con más imporantancia que presenta una persona con diagnóstico de tumor neuroendocrino.

Estos tumores son un conjunto de nódulos raros que se desarrollan cuando las células en las glándulas endocrinas o en el sistema nervioso sufren cambios en los que se dividen y crecen de forma descontrolada.

Estos abultamientos se caracterizan por la sobreproducción o secreción de distintas hormonas, afirmó en un comunicado la Alianza Internacional de Cáncer Neuroendocrino (INCA).
 
Existen muchos subtipos de este tipo de tumores que pueden aparecer en todo el cuerpo; pero casi todos suelen aparecer en el tracto gastrointestinal, el páncreas y los pulmones. Además, pueden diseminarse al hígado, los huesos y los nódulos linfáticos.

 Algunos tipos de tumores neuroendocrinos son: carcinoides, tumores pancreáticos funcionales y no funcionales, gastrinomas, insulinomas, glucagonomas, feocromocitomas, somatostatinomas, entre los muchos que hay.

Los tumores pueden ser de tipo benignos o malignos: los tumores no funcionales comienzan a dar cara mediante síntomas que se identifican a medida que el tumor se dispersa y crece; pero la mayor parte de los tumores no funcionales son malignos, es decir, cancerosos.

En cambio, los tumores funcionales producen un cuadro clínico relacionado con la sobreproducción de hormonas.

 INCA explicó que más del 90%  de los pacientes que padecen este tipo de tumores endocrinos reciben un diagnóstico erróneo de síndrome del intestino irritable, asma, menopausia, ansiedad o alergias.

El diagnóstico correcto en general toma de cinco a siete años, cuando los signos y los síntomas del tumor aparecen después de que la enfermedad ya se extendió.

 Los síntomas más comunes y por lo que se debe acudir al médico son: problemas para respirar, la tos, la diarrea, la respiración sibilante, el esputo sanguinolento, la presión arterial alta o baja, las palpitaciones, los dolores abdominales o los calambres intermitentes.

Además pueden aparecer otro tipo de síntomas como dolores de cabeza, sangrado gastrointestinal, úlceras en el estómago y rubor facial.

A pesar de que no existe una concreta o que se realice de manera rutinaria y más común, exámenes como la biopsia, ecografía endoscópica, análisis de orina para 5-HIAA, un subproducto de la serotonina o un ecocardiograma, pueden ayudar a identificarlos.

En caso de padecer este tipo de tumores, los tratamientos deben ser muy específicos según las características que prsente el tumor en concreto, ya que depende del tamaño, ubicación, si se diseminó a otras partes del cuerpo y de la salud general del paciente.

Entre las terapias actuales para este tipo de tumores están la cirugía, la terapia de radiación, la quimioterapia y los medicamentos dirigidos.

Fuente:Informador.mx

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