LA INCREÍBLE ESTRATEGIA DE LA RATA TOPO DESNUDA PARA VIVIR SIN AIRE

Privados de oxígeno, estos roedores prácticamente se convierten en plantas: sobreviven a partir del metabolismo de la fructosa. El hallazgo podría conducir a tratamientos para el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares. Sin pelo, ciega y dentuda, la rata topo desnuda no destaca precisamente por su agradable aspecto, pero este animal procedente del este de África es prácticamente indestructible.

Tiene una extraordinaria resistencia al cáncer, una longevidad impresionante -puede vivir hasta 30 años, todo un récord para un roedor- y es inmune a muchos tipos de dolor, como el que provoca una quemadura. Además, habita en túneles subterráneos donde apenas hay oxígeno, una capacidad que desde hace mucho tiempo desconcierta a los científicos. ¿Cómo se las arregla para sobrevivir en esas condiciones extremas, en las que un ser humano no resistiría ni cinco minutos antes de morir? Un equipo internacional de científicos cree tener la respuesta y es tan increíble como las propias ratas.

Según explican en la revista Science, privadas de oxígeno, las ratas topo, del tamaño de un dedo, emplean la misma estrategia que las plantas: sobrevivir a partir del metabolismo de la fructosa. Este descubrimiento no solo permite conocer mejor a este «animal milagro», sino que, según los investigadores, puede conducir al desarrollo de tratamientos para pacientes que sufren crisis por falta de oxígeno, como ocurre en los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

En los seres humanos, los ratones de laboratorio, y todos los demás mamíferos conocidos, cuando las células cerebrales se privan de oxígeno se quedan sin energía y comienzan a morir.

Sin embargo, las ratas topo tienen una copia de seguridad: sus células cerebrales comienzan a quemar fructosa, lo que produce energía anaeróbicamente a través de una vía metabólica que sólo es utilizada por las plantas. O eso es lo que creían los científicos.

En el nuevo estudio, los investigadores expusieron estas criaturas a condiciones de bajo oxígeno en el laboratorio y encontraron que lanzaban grandes cantidades de fructosa en el torrente sanguíneo. La fructosa era transportada en las células del cerebro por medio de surtidores moleculares de fructosa que en todos los demás mamíferos se encuentran sólo en las células del intestino.

«La rata topo desnuda ha reorganizado algunos bloques de construcción básicos del metabolismo para volverse supertolerante a las condiciones de bajo oxígeno», dice Thomas Park, responsable del trabajo y profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de Illinois en Chicago (EE.UU.), quien ha estudiado esta extraña especie durante 18 años.

Animación suspendida

En niveles de oxígeno suficientemente bajos como para matar a un humano en cuestión de minutos, las ratas topo pueden sobrevivir durante al menos cinco horas. Entran en un estado de animación suspendida, reduciendo su movimiento y ralentizando drásticamente su pulso y frecuencia respiratoria para conservar energía. Entonces empiezan a utilizar la fructosa hasta que el oxígeno está disponible de nuevo.

La rata topo desnuda es el único mamífero conocido que utiliza esta ralentización de los procesos vitales para sobrevivir sin aire. Pero los científicos también demostraron que estos roedores están protegidos de otro aspecto mortal del bajo nivel de oxígeno, una acumulación de líquido en los pulmones llamada edema pulmonar, que afecta a los alpinistas a gran altura.

Los investigadores creen que el metabolismo inusual de las ratas topo es una adaptación para vivir en sus madrigueras pobres en oxígeno. Y es que a diferencia de otros mamíferos subterráneos, las ratas topo viven en condiciones hiperpopulosas, casi como sardinas en lata, «empaquetadas» junto a cientos de compañeras de colonia. Con tantos animales que viven juntos en túneles sin ventilación, el suministro de oxígeno se agota rápidamente.

La rata topo desnuda fue elegida vertebrado del año en 2013 por la misma revista Science, después de que dos estudios encontraran pistas sobre su capacidad para vivir sin cáncer.

FUENTE: ABC

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