CASSINI NOS REVELA LA LLUVIA EN SATURNO

La sonda Cassini desvela la composición de los anillos y las capas altas de la atmósfera del planeta, que registra precipitaciones intensas de agua, propano y butano. Antes de desintegrarse, la sonda Cassini pasó sus últimas horas enviando información a la Tierra de forma constante. Según estudios de la revista Science, se explica qué está pasando entre las nubes más altas del gigante gaseoso y el interior de sus anillos, una zona que no se había explorado hasta ahora. Los datos de este estudio revelan que esa región está azotada por la lluvia que cae desde el anillo D (el más próximo al planeta) como un "aguacero" en palabras de Hunter Waite, uno de los principales autores de estos estudios.

Hasta hace poco se pensaba que el principal componente de los anillos era el agua, pero se ha descubierto que también está compuesto por metano, amoniaco, monóxido y dióxido de carbono y nitrógeno molecular. Pero además, hay compuestos orgánicos como butano y propano.

"Me sorprendieron dos cosas. La primera fue la complejidad química del material que cae desde los anillos. Y la segunda, la gran cantidad de ese material, mucho mayor de lo que imaginábamos." Afirma Thomas Cravens, profesor de Física y Astronomía en la Universidad de Kansas y uno de los autores del artículo.

Como decíamos, también el agua es abundante en los anillos (el 95% de estos está compuesto por hielo), al igual que el polvo cae mezclado con otros elementos sobre la atmósfera del planeta. Caen unos 10.000 kilogramos por segundo de hielo de agua y otros materiales. Pero su impacto es relativo: "Saturno tiene 63 veces la superficie de la Tierra, así el material queda repartido por una superficie muy amplia. Se ha calculado que si hubiese estado lloviendo durante toda la historia del Sistema Solar, unos 4.500 millones de años, la acumulación sería de apenas 2,5 milímetros", explica Waite.

En otro de los artículos científicos del Imperial College London publicado en Science, se han llevado a cabo estudios sobre su campo magnético: se han podido medir los campos magnéticos internos y externos del planeta e identificar estructuras magnéticas a pequeña escala que sugieren un complejo proceso de dinamo en el interior del planeta. Con esto se ha descubierto que existe un cinturón de radiación atrapado entre los anillos.

La nave fue lanzada en 1997 como parte de una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea, que se encargó del módulo de aterrizaje Huygens. Desde que este tocó el suelo de Titán, sus datos han permitido confirmar la presencia en esta luna de una atmósfera, así como lagos y ríos de metano que se evaporan y forman nubes que después vuelven a descargar sobre la superficie.

Cassini fue la primera nave que orbitó Saturno. Llegó al planeta en 2004, después de atravesar las fumarolas de los géiseres de Encélado que brotan de un océano sepultado bajo el hielo, uno de los lugares más propicios para la vida en el Sistema Solar. El hecho de encontrar agua en otros planetas nos hace pensar que es posible la vida allí, aunque sea distinta a la vida que alberga la Tierra.

Más de un centenar de científicos de diferentes institutos de investigación de todo el mundo han participado en el análisis de Saturno y sus anillos, hecho posible gracias a la misión Cassini, antes de quedar destruida para siempre.

Fuentes: El PaísABC, RTVE

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