Las llamadas plantas C3, la mayoría de las conocidas, realizan la fotosíntesis mediante un mecanismo poco eficaz. Esto se debe a que la principal enzima implicada, la RUBISCO, es lenta y, además, puede tanto hacer fotosíntesis como fotorrespiración (un proceso básicamente inverso).
Por otra parte, las plantas C4 (caña de azúcar, maíz, muchas malas hierbas, cactus y otras) disponen de un mecanismo mucho mejor. Otra enzima ayuda a la RUBISCO en su labor de fotosíntesis, aumentando el rendimiento enormemente.
Ahora, este grupo de investigadores han logrado introducir en plantas de arroz cinco genes clave en la fotosíntesis C4 y, por primera vez, se ha observado al arroz realizar este tipo de proceso.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Para que estas plantas se conviertan en auténticas C4 necesitan células especiales en lugares determinados. Los genes implicados en la formación de dichas células no se conocen aún.
Quizás se necesite una década o más para conseguirlo, pero la manipulación genética podría poner pronto en marcha arroz y trigo C4. En un planeta donde la producción agrícola está casi estancada y la población crece sin parar, puede ser una solución para la alimentación humana del futuro.
Fuentes:
Artículo original
Informe de la FAO
C4 Rice Project
Las 10 tecnologías de 2015 que cambiarán el mundo
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