Con el objetivo de detectar el peligroso virus del papiloma humano (VPH), cuya infección persistente provoca el cáncer cervicouterino (CaCu), en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt) se ha desarrollado un biosensor que podría detectarlo en el sitio de atención sin necesidad de instalaciones de laboratorio ni personal adiestrado.
La investigación tiene dos vertientes. La primera, a cargo del doctor Rubén López Revilla, en la División de Biología Molecular del Ipicyt, que está orientada al desarrollo de un novedoso método de diagnóstico basado en la amplificación de sondas específicas para el material genético de cuatro tipos de VPH. La segunda, dirigida por el doctor José Luis Rodríguez, en la División de Materiales Avanzados del Ipicyt, dirigida a desarrollar el biosensor, el cual lleva a cabo la detección de los productos de amplificación de las sondas, que consiste en un microprocesador desechable.
En 2013 murieron en México 37 mil 361 mujeres por tumores malignos, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres. El cáncer cervicouterino, causante de cuatro mil defunciones al año, es la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres mexicanas, estas muertes podrían evitarse mediante un diagnostico adecuado para determinar la infección del cuello uterino por VPH de alto riesgo, otra acción preventiva consiste en que se lleve a cabo la vacunación preventiva en niñas, niños y jóvenes sin infección por VPH, que se adquiere principalmente a través del contacto sexual.
López Revilla comparte con la Agencia Informativa Conacyt que en el Ipicyt se plantean métodos de diagnósticación alternativos que también servirían para estudiar la epidemiología molecular de las infecciones por VPH. Uno de estos métodos se basa en el uso de sondas padlock que pueden detectar secuencias específicas de ácido desoxirribonucleico (ADN) mediante amplificación en condiciones isotérmicas . Este método simplifica y reduce los costos de detección pues no requiere del termociclador necesario para la amplificación del ADN mediante la reacción en cadena de la polimerasa, el método más utilizado actualmente para la detección y tipificación de VPH.
“Los biosensores son laminillas de materiales apropiados en una escala muy pequeña basada en microfluídica, que pueden hacer mezclas de nanolitros para llevar a cabo reacciones secuenciales que permitan la amplificación de ácidos nucleicos y la detección de los productos. Los reactivos se ponen en un extremo y el aparato, muy pequeñito, lleva a cabo las reacciones y puede dar el resultado en una hora”.
El doctor en Genética en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional explica que esta innovación es una opción para que la detección sea sencilla, confiable, rápida y barata, a fin de que llegue a todos los sectores de la población y pueda ser utilizado por personal médico o paramédico sin adiestramiento y sin equipo de laboratorio especializado.
“De un raspado del cuello uterino puede extraerse el ADN, que contiene los genes de las células del tejido y los de los VPH en quienes tengan la infección. El biosensor amplificaría los genes de los VPH para que podamos identificarlos”.
López Revilla dice que la purificación del ADN de las muestras también es fundamental puesto que solo las células infectadas contienen ADN viral. Señala que una línea colateral del proyecto ha sido la síntesis y prueba de nanopartículas magnéticas para purificar el ADN.
El análisis de las secuencias de los genomas virales ha determinado que hay más de 200 tipos de VPH, 40 de los cuales infectan el aparato genital. El proyecto actual del Ipicyt consiste en desarrollar el biosensor para identificar cuatro de los tipos de VPH de alto riesgo más oncogénicos y prevalentes.
Conacyt.
Pulso.
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