MICROALGAS LIMPIADORAS DE CADMIO

Las microalgas, son micro-organismos fotosintéticos capaces de producir alimento a partir de sustancias inorgánicas, siendo imprescindibles en el mantenimiento de la vida en La Tierra. Proporcionan compuestos orgánicos de alto valor nutricional y oxígeno.

Investigadores de la Universidad de Huelva y del CSIC han demostrado los efectos limpiadores de una microalga en entornos acuáticos contaminados por cadmio, al acumular en su interior este metal pesado retirándolo del entorno, esto supone una ventaja biológica aplicable en tratamientos descontaminantes.

Los investigadores del Centro de Investigación en Recursos Naturales, Salud y Medioambiente (RENSMA) de la UHU y del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis- han utilizado la microalga verde Chlorella sorokiniana y han centrado su labor investigadora en los cambios biológicos (tanto físicos como químicos) que afectan al microorganismo sometido al cadmio.

El investigador de la Universidad de Huelva, Javier Vigara, ha explicado que eligieron la microalga Chlorella sorokiniana porque es robusta y de rápido crecimiento, por lo que se observan resultados en un periodo muy corto de tiempo.

El objetivo final era comprobar la respuesta de la microalga ante la presencia de cadmio y establecer sus niveles de bioacumulación con este y otros tipos de metales pesados para, en un futuro, dar el siguiente paso y desarrollar procesos que ayuden a limpiar entornos acuáticos contaminados e incluso eliminar sustancias generadas por procesos industriales.

Así, los expertos observaron cómo procesos internos esenciales para estas microalgas como la fotosíntesis o la elaboración de proteínas se paralizaban, influyendo negativamente en su fisonomía. Sin embargo, la microalga también potenciaba la producción de antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular, así como sus mecanismos biológicos de protección ante los elementos tóxicos; esta reacción defensiva ayuda al microorganismo a resistir el impacto de los metales pesados.

Tras haber sido sometida a altas dosis de cadmio en el laboratorio, el microorganismo reaccionó activando las vacuolas (unos 'sacos' que sirven de almacén), en este caso, para 'secuestrar' el cadmio y retenerlo en su interior.

Vigara ha concluido que, mediante esta defensa biológica, la microalga Chlorella sorokiniana sobrevive con 250 micromolar de cadmio, una cantidad equivalente a endulzar unas 300 tazas de café con una sola cucharada de azúcar. Es una cantidad muy pequeña, pero es suficiente para analizar los cambios externos e internos que se producen en la microalga y diseñar con ella futuras estrategias para limpiar entornos acuáticos contaminados con este y otros metales.

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