La Taenia solum



La Tenia o Solitaria

Si hay un parásito que sin duda pone los pelos de punta tan solo con la idea de poder albergarlo en el interior es la tenia. No es que sea especialmente peligroso ni mortal de hecho en algunos casos el paciente no sufre ningún tipo de molestia y puede llegar a “convivir” con su huésped durante largas temporadas el problema radica cuando uno piensa que puede tener en su interior un “gusano” de varios metros de longitud. Los cestodos o tenias son gusanos planos, hermafroditas (pueden reproducirse con ellos mismos y poner huevos sin necesidad de otro ejemplar), son animales que viven solos en el interior del intestino delgado y grueso del individuo, el nombre de solitaria procede del hecho que siempre son individuos aislados e incluso pueden completar su ciclo vital, incluida la reproducción sin haberse encontrado con otra solitaria.


No poseen aparato digestivo y se alimentan por absorción a través de su piel. Están formados por una cabeza o escólex, con ventosas y a veces armada con ganchos con los que se fijan a las paredes del organismo.
Las tenias pueden crecer varios metros de longitud y se han reportado casos de más de 10 metros, imaginaros un gusano de 10 metros adherido a las paredes de vuestro intestino, la solitaria posee pequeños ganchos o ventosas con los que se aferra a las paredes intestinales. El animal se desplaza por el interior del organismo y aunque raramente se puede sentir sus movimientos se han reportado casos en los que la tenia ha salido del cuerpo total o parcialmente por el ano.
Su cuerpo esta formado en algunos casos por más de 900 segmentos, anillos que son capaces de producir huevos independientemente, estos “proglótides” se separan y salen con las deposiciones. Esto conlleva un peligro de contagio, pues las personas tras rascarse o simplemente realizar labores de higiene después de defecar pueden portar estos huevos en sus manos, manipulando alimentos se puede contagiar a otras personas.





 
 

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