La Cuscuta es una planta heterótrofa y parásita que se alimenta de la savia elaborada de otra planta.
Se las identifica por sus finos tallos casi sin hojas, donde las hojas se reducen a minúscula escala. Así sin clorofila, son incapaces de fotosintetizar efectivamente, volviéndose completamente dependientes de las plantas parasitadas para su nutrición.
Después que la cuscuta ataca a otra planta, se enrosca en ella, y si el hospendante parasitado la alimenta bien, la cuscuta produce haustorios que se insertan en el sistema vascular del parasitado. Las raíces originales de la cuscuta mueren. Las cúscutas puedes crecer y atacar a múltiples especies. En áreas tropicales puede crecer más o menos continuamente, y puede llegar hasta el dosel de arbustos y árboles; en zonas templadas puede ser una planta anual y se va regenerando con siembras en cada primavera.
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