La tanorexia o adicción al bronceado, es el término usado a menudo para describir una condición en la cual una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro, ya sea tomando el sol al aire libre o en cabinas de rayos UV, que nunca puede alcanzar al creer tener un tono mucho inferior al real.
Aunque el término "tanorexia" ha sido comúnmente utilizada por los medios de comunicación y varios doctores para describir el síndrome, tanto el propio síndrome como la palabra, no han sido ampliamente aceptadas por la comunidad médica, considerándose para muchos un argot.
Aunque el término "tanorexia" ha sido comúnmente utilizada por los medios de comunicación y varios doctores para describir el síndrome, tanto el propio síndrome como la palabra, no han sido ampliamente aceptadas por la comunidad médica, considerándose para muchos un argot.
Evidencias médicas
En el año 2005, un grupo de dermatólogos publicaron un estudio que demostraba que los tanoréxicos experimentaban una pérdida del control de sus límites, que evitaban poder parar el proceso de bronceado una vez la piel ya está morena, dicho patrón es similar a otras adicciones como el alcoholismo o tabaquismo.
Las pruebas bioquímicas de un estudio realizado en 2006, indicaron que dicha adicción al bronceado es producida por una liberación de opioides mientras se toma el sol. Los individuos analizados en el estudio que tomaron el sol con gran frecuencia, al cortar el ciclo presentaron un grave síndrome de abstinencia, mientras que los que tomaron el sol en cantidad moderada, no experimentaron cambios destacables.
Los casos graves de tanorexia pueden ser considerados muy peligrosos debido a la sobreexposición a los rayos ultravioleta que conlleva dicha adicción, hecho que puede ser causa de muchos efectos secundarios negativos, entre ellos el cáncer de piel. En casos extremos, puede ser un indicador de padecer un trastorno dismórfico corporal, un trastorno mental en el que uno es excesivamente crítico en relación a su físico o imagen ya sea real o imaginado, como sería el caso de la anorexia. Los que sufren anorexia comúnmente creen que tienen sobrepeso, cuando en realidad, son nutricionalmente inferiores y físicamente son mucho más delgados que el promedio. De la misma manera, un tanoréxico puede creer que él o ella tienen un tono pálido de piel, cuando en realidad resultan ser bastante oscuros de piel.
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