LA TIERRA VOLVIÓ A RUGIR AYER EN TURQUÍA , DONDE UN TERREMOTO DE MAGNITUD 7.2 SACUDIÓ LA REGIÓN DE VAN , SURESTE DEL PAÍS .
El seísmo derrumbó decenas de edificios y sembró el pánico entre una población acostumbra a sentir la fuerza de la naturaleza bajo sus pies . Debido a la poca profundidad del epicentro del temblor y a la pobreza de los materiales de construcción en este región ,donde la difícil orografía presentaba grandes complicaciones para los equipos de emergencia.La televisión turca mostró ayer imágenes de edificios colapsados ,algunos de gran envergadura , y vehículos aplastados bajo escotes y amasijos de hierro en las ciudades de Van , de medio millón de habitantes y Ercis, de 75.000 , que se encuentra entre las mas afectadas por el fenómeno.
A los equipos de rescate se unieron cientos de ciudadanos que se lanzaron a desescombrar con sus propias manos y con rudimentarias herramientas en busca de supervivientes.
El aeropuerto de esa ciudad resulto dañado por el seísmo , por lo que los vuelos que trasladaban material y personal de emergencia tuvieron que ser desviados a localidades cercanas.
"Necesitamos urgentemente tiendas de campaña y equipos de rescate .No tenemos ambulancias y solo tenemos un hospital.Hay muchos muertos y heridos".La llamada desesperada de Zulkufal Arapoglu,alcalde de la localidad de Ercis , resumía bien la situación.
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