Un estudio con restos fósiles en Japón servirá para perfeccionar una
de las técnicas más utilizadas en la actualidad para datar fósiles. La
extracción de restos de plantas sedimentadas en el Lago Suigetsu, que
estuvieron en la orilla los últimos 52.800 años, y la medición de sus
niveles de radiocarbono o C-14 van a permitir aumentar la precisión en
las dataciones paleontológicas.
El lago japonés donde se han realizado las extracciones alberga
algunas particularidades. Por un lado, es un medio acuático con una
buena conservación de los restos de plantas en su fondo debido a los
bajos niveles de oxígeno. Además preserva capas anuales de sedimento o 'varvas' que han permanecido sin cambios durante decenas de miles de años.
El equipo de investigación, liderado por la Universidad de Oxford, ha analizado el material orgánico de esas 'varvas', un registro único de los últimos 52.800 años. Este testimonio fiel del pasado les ha permitido mejorar la técnica del carbono-14, utilizada por los paleontólogos para averiguar la edad de los restos de seres vivos que encuentran. La medición directa de este elemento dará una mayor precisión y confianza en las dataciones.
Los datos de esta investigación se pueden utilizar para interpretar mejor las dataciones de radiocarbono medidas en excavaciones arqueológicas de cualquier parte del mundo y permitirá especificar aún más, entre otras cosas, el momento de la extinción de los neandertales y la dispersión de los humanos modernos en Europa.
El carbono de la atmósfera se incorpora a las plantas de los alrededores del lago Suigetsu. Más tarde, sus hojas caen al fondo y quedan enterradas en el sedimento, generalmente dentro de su año de crecimiento.
El radiocarbono o C-14 es un isótopo radioactivo que se da en la naturaleza y que se deteriora con un ritmo constante. Los científicos pueden calcular la edad de un objeto fósil en base a la proporción de radiocarbono que contiene al relacionarlo con su cantidad de C-12 que, por el contrario, se mantiene inalterable. Sin embargo, hay varios factores que complican este cálculo, dado que las cantidades de C-14 en el entorno pueden variar año a año, y de una región a otra. El único registro directo del carbono atmosférico del pasado que se conocía se extiende hasta hace 12.593 años. El del lago Suigetsu se extiende hasta hace 52.800 años, por lo que amplía el registro directo de radiocarbono en más de 40.000 años.
El equipo de investigación, liderado por la Universidad de Oxford, ha analizado el material orgánico de esas 'varvas', un registro único de los últimos 52.800 años. Este testimonio fiel del pasado les ha permitido mejorar la técnica del carbono-14, utilizada por los paleontólogos para averiguar la edad de los restos de seres vivos que encuentran. La medición directa de este elemento dará una mayor precisión y confianza en las dataciones.
Los datos de esta investigación se pueden utilizar para interpretar mejor las dataciones de radiocarbono medidas en excavaciones arqueológicas de cualquier parte del mundo y permitirá especificar aún más, entre otras cosas, el momento de la extinción de los neandertales y la dispersión de los humanos modernos en Europa.
Carbono procedente de la atmósfera
Por otro lado, que el carbono de las hojas proceda de la atmósfera ha sido fundamental "puesto que no está sujeto a los mismos procesos que afectan al radiocarbono en sedimentos marinos o cuevas y, por tanto, no requiere correcciones, al proceder directamente de la atmósfera", ha asegurado a SINC Christopher Ramsey, investigador de la Universidad de Oxford y autor del trabajo que publica la revista 'Science'.El carbono de la atmósfera se incorpora a las plantas de los alrededores del lago Suigetsu. Más tarde, sus hojas caen al fondo y quedan enterradas en el sedimento, generalmente dentro de su año de crecimiento.
El radiocarbono o C-14 es un isótopo radioactivo que se da en la naturaleza y que se deteriora con un ritmo constante. Los científicos pueden calcular la edad de un objeto fósil en base a la proporción de radiocarbono que contiene al relacionarlo con su cantidad de C-12 que, por el contrario, se mantiene inalterable. Sin embargo, hay varios factores que complican este cálculo, dado que las cantidades de C-14 en el entorno pueden variar año a año, y de una región a otra. El único registro directo del carbono atmosférico del pasado que se conocía se extiende hasta hace 12.593 años. El del lago Suigetsu se extiende hasta hace 52.800 años, por lo que amplía el registro directo de radiocarbono en más de 40.000 años.
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