Un equipo científico multidisciplinario de la Universidad de
California en Los Ángeles (UCLA) ha conseguido distinguir las células
cancerosas productoras de metástasis, de las células normales, en muestras
extraídas de pacientes, empleando tecnologías nanométricas de vanguardia que
miden la rigidez de las células.
El estudio representa una de las primeras veces en que se ha
logrado tomar células vivas de pacientes de cáncer y aplicar nanotecnología
para analizarlas y determinar cuáles son cancerosas y cuáles no. Las mediciones
nanométricas pueden aportar un potencial método nuevo para detectar el cáncer.
El método también puede ayudar a personalizar el tratamiento al paciente.
Cuando el cáncer hace metástasis, o sea, cuando invade a
otros órganos aparte del de origen, las células enfermas deben viajar a través
del cuerpo. Al ser estas células mucho más flexibles, o blandas, que las
células normales, desgraciadamente les es más fácil entrar en el torrente
sanguíneo y maniobrar en espacios anatómicos estrechos. Estas células cancerosas, que tienden a propagarse, pueden
provocar una acumulación de fluidos en cavidades del cuerpo como son el pecho y
el abdomen. Pero las acumulaciones de fluidos en los pacientes no siempre son
una señal de la presencia de células cancerosas. Si el fluido pudiera ser
estudiado con rapidez y fiabilidad, buscando células cancerosas, los oncólogos
podrían tomar mejores decisiones acerca de si se necesita aplicar un
tratamiento, y en caso de que sí, cuán agresivo debe ser.
En este estudio, los investigadores recolectaron fluido de
las cavidades del pecho de pacientes con varios tipos de cáncer. Un problema en
el diagnóstico de la enfermedad en metástasis es que las células normales y las
cancerosas, bajo el microscopio óptico, se ven muy similares. Los métodos de
diagnóstico convencional no logran detectar cerca del 30 por ciento de los
casos en los que las células cancerosas están presentes en el fluido.
Por lo común, las células cancerosas tienen núcleos más
grandes y otras diferencias sutiles. Sin embargo, las células normales de los
fluidos de las cavidades corporales pueden presentar un aspecto casi idéntico a
las cancerosas bajo el microscopio. Aunque el empleo de marcadores proteicos
para el cáncer puede aumentar la eficacia del diagnóstico, lo que los médicos
no lograban era determinar si las células cancerosas tenían diferentes
propiedades mecánicas que las normalesLos investigadores presionaron la
minúscula punta de un microscopio de fuerza atómica contra la pared celular, y
midieron la resistencia que oponía la pared.
Si usted toca dos tomates con el mismo aspecto, presionando
su superficie, es fácil que pueda determinar cuál de los dos está pasado. Los
investigadores emplearon una estrategia similar.
Después de sondear una célula, el microscopio de fuerza
atómica asigna un valor que representa cuán blanda es una célula, basándose en
la resistencia encontrada. Lo que descubrió el equipo de investigación fue que
las células cancerosas son mucho más blandas que las células normales, y que
las diversas células cancerosas examinadas poseían todas el mismo grado de
blandura, con muy poca variación entre ellas. Las células normales y sanas del
mismo espécimen eran mucho más rígidas. De hecho, el valor de blandura asignado
a cada grupo nunca se solapó con el del otro, lo que hace que esta clase de
medición nanomecánica sea muy fácil y segura.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.