El profesor
Mark Kendall del Instituto Australiano de Bioingeniería y Nanotecnología junto con su equipo han
desarrollado una nueva y revolucionaria forma de administrar vacunas que supondrá
un notable avance en la lucha contra las enfermedades infecciosas, el
nanoparche.
Se trata de
una diminuta placa de apenas un centímetro cuadrado equipada con
microaplicadores que depositan el compuesto en seco (no requiere refrigeración)
en la capa superficial de la piel, donde las células de defensa son más
abundantes.
Las vacunas
conocidas hasta ahora requieren refrigeración y en muchos países el suministro
de electricidad no es posible. Gracias a esta nueva fórmula de aplicación podrá
llegar a muchas zonas donde no llega el suministro eléctrico.
El grupo de
investigadores tiene por objetivo iniciar los ensayos clínicos en Papúa Nueva
Guinea para vacunar a las mujeres contra el virus del papiloma humano, que
puede conducir al cáncer cervical, una de las principales causas de muerte en mujeres
jóvenes de países en desarrollo. Si los ensayos tienen éxito, es probable que
los nanoparches puedan comercializarse dentro de diez años.
Este nuevo
invento podrá reducir el número de muertes anuales de millones de personas en
el mundo, además de facilitar y abaratar la distribución de vacunas y ser menos
intimidante para las personas que temen a las agujas.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.