NEURONAS PROGRAMADAS PARA MORIR


Tres pulsos, un silencio y otro pulso. Como si se tratara del código Morse, con este patrón de actividad eléctrica algunas neuronas todavía no desarrolladas paran su propio crecimiento, han hallado investigadores de tres universidades europeas. Los cambios que se producen en el cerebro a lo largo de su desarrollo son todavía muy mal conocidos, pero sí se sabe que la clave de procesos muy complejos está en los patrones de actividad eléctrica de sus células y en su interrelación.


Los mamíferos nacen con un número de neuronas muy superior al que finalmente configura su cerebro y muchas desaparecen durante el desarrollo y otras refinan sus conexiones. Ahora, este equipo de investigadores ha hallado este nuevo patrón de actividad, en el que el silencio tiene una duración dentro de un rango determinado. Este hallazgo indica también que cada neurona infantil (que todavía no tiene conexiones -o sinapsis-) puede inducir su propia desaparición sin contribución alguna de las demás.

Los experimentos se han hecho en vivo, y se ha registrado el patrón en ratones de hasta tres semanas de vida (después ya no se encuentra), con técnicas de alta resolución sobre tejido cerebral. El investigador principal es Antonio Rodríguez Moreno, de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y han participado científicos de las universidades británicas de Oxford y Cambridge. El trabajo ha sido portada de la prestigiosa revista Neuron.

Hasta ahora se suponía que era necesaria la relación entre neuronas sin sinapsis y aquellas que ya las tienen para modificar las conexiones, es decir, que el maduro ayuda al niño proporcionándole reglas de aprendizaje para su desarrollo. La nueva regla de plasticidad [el término técnico] complica el panorama, y los autores creen que estas reglas complementarias se añaden al repertorio computacional de las redes de la corteza cerebral en desarrollo y que seguramente todas contribuyen a los cambios en la eficacia sináptica que conforman la arquitectura de circuitos funcional durante el desarrollo.

“Conocer estas reglas de plasticidad es fundamental, ya que en ellas está la clave, no sólo para entender cómo el cerebro realiza actividades de forma natural, sino para poder inducir cambios plásticos controlados en el cerebro que mejoren los procesos de aprendizaje y memoria, para facilitar el correcto desarrollo del cerebro e incluso para ayudarle a reorganizarse y reaccionar de la mejor forma posible tras una lesión”, señala Rodríguez Moreno. Entre las causas de los cambios en el cerebro están las emociones, el aprendizaje de la música, el desarrollo del sistema nervioso y también algunas lesiones y la ingestión de drogas.

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