PRESERVACIÓN DE TEJIDOS VEGETALES PARA EXTRACCIÓN DE ADN GENÓMICO UTILIZANDO GEL DE SÍLICE

Éste método es una manera fácil y poco costosa de preservar en el campo tejidos vegetales para luego extraer el ADN genómico en el laboratorio. La calidad del ADN extraído es correcta para ser utilizado en distintos tipos de estudios, incluyendo PCR y secuenciación, microsatélites... No se recomienda en el caso de que el ADN vaya a ser objeto de restricción enzimática (por ejemplo, para AFLPs).


El gel de sílice es un desecante que, al absorber la humedad en un espacio cerrado (generalmente una bolsa de plástico con cierre “zip-lock” o un frasco de vidrio o plástico con tapa de rosca), deshidrata los tejidos vegetales con relativa rapidez, evitando la oxidación de los tejidos y la degradación catalítica del ADN.

Existen varios grados de grosor o “malla” del gel de sílice, pero en general entre más fina la malla la deshidratación es más eficiente debido a que hay mayor superficie de absorción en el gel. Siempre es recomendable que el gel incluya una pequeña proporción de gel de sílice indicador, el cual cambia de color al irse impregnando de humedad, permitiendo por consiguiente determinar visualmente si el gel está seco (apropiado para deshidratar muestras) o está hidratado.


También existen diferentes calidades, desde el grado analítico (más caro) hasta otros de uso artesanal o industrial. Cualquier tipo de gel de sílice es útil, siempre y cuando esté limpio y no hidratado.

En cuanto al volumen de gel a utilizar, puede tomarse como norma general que su volumen sea de aproximadamente 20 veces el volumen de tejido vegetal. Debe procurarse que la muestra quede completamente cubierta por el gel en el interior de la bolsa o frasco y asegurarse de que estos queden completamente cerrados.

La cantidad de tejido vegetal no requiere ser muy grande; por lo general, un fragmento de tejido foliar, floral, folíolos, cambium, epidermis, etc. de aproximadamente 1 gramo de peso o 1-4 cm2 de superficie son suficientes. Es conveniente romper la muestra en trozos más pequeños para maximizar la rápida deshidratación, siendo más conveniente rasgar el tejido con los dedos (limpiándolos entre muestras sucesivas) que cortarlos, pues esto último causa mayor daño celular y puede acelerar la oxidación tisular y la catálisis del ADN.

Es importante asegurarse que el tejido a deshidratar esté libre de polvo, polen, suelo y también de epifilas (algas, musgos, hepáticas, líquenes u hongos que crecen sobre hojas y otros órganos vegetales, especialmente en bosques húmedos). El material foliar, que generalmente es más longevo que las partes florales, generalmente es especialmente propenso a estar cubierto de epifilas. Es recomendable limpiar ambas superficies frotando firmemente con un trozo de papel secante humedecido en alcohol etílico al 70%, o en su defecto (o si el material es muy delicado o membranáceo), agua limpia, secándolo con más papel antes de ponerlo en el gel.

Una vez seco, el material puede mantenerse en el gel por un período de hasta varios meses, siempre y cuando el gel no esté excesivamente hidratado (se puede reemplazar con gel nuevo una vez deshidratada la muestra). La calidad del ADN extraído puede ser mayor si el tejido deshidratado se almacena en un congelador (-15C a -20C), aunque es mejor efectuar la extracción a la brevedad posible para evitar alguna degradación.
http://mexbolibunam.wordpress.com/2010/03/17/preservacion-de-tejidos-vegetales-para-extraccion-de-adn-genomico-utilizando-gel-de-silice/

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