El equipo del Hospital Vall d’Hebron ha identificado un microRNA o cadena de material genético , son pequeñas moléculas que regulan la expresión genética que da lugar al descubrimiento de nuevos genes y rutas metabólicas implicadas en el proceso de producción de tumores relacionados con el cáncer de mama.
El hallazgo ha permitido detectar cuatro proteínas diana en la formación de tumores mamarios y los resultados de la investigación abren las puertas al estudio de nuevas vías terapéuticas.
Los microRNAs son capaces de regular la expresión de cientos de genes. En concreto, a ficha de hoy se conoce que más de la mitad de todos los genes de nuestro genoma se regulan mediante microRNAs, por lo que su estudio es obligado y todas las hipótesis apuntan a su papel clave en el proceso de tumorigénesis.
Las investigaciones están centradas preferentemente en la caracterización biológica y funcional de microRNAs cuya expresión es muy diferente al comparar tejido normal y tumoral de los mismos pacientes.Tan solo con el patrón de expresión de estas pequeñas moléculas de microRNAs los investigadores pueden predecir a ciegas, sin saber el tejido de origen, si se trata de tejido tumoral. La utilidad de los microRNAs no solamente se limita al pronóstico, sino también al diagnóstico y la terapia.
microRNAs
El trabajo llevado a cabo en el Vall d’Hebron tiene como último objetivo caracterizar microRNAs terapéuticos para erradicar los procesos malignos. El grupo ha llegado a identificar hasta 35 microRNAs distintos en cáncer de mama. Se trata de unas cadenas de material genético que, según explica Lleonart, “representan una firma molecular y, por tanto, su expresión, por sí misma, es representativa de malignidad, ya que existen múltiples genes sobre los que actúan”.
Iniciaron trabajos experimentales a partir de tumores humanos, siendo el miR-125b el más diferenciado al comparar tejido tumoral con normal en tejido mamario. Posteriormente se comparó el efecto del miR-125b en diferentes líneas celulares de cáncer de mama con diferentes grados de tumorogenicidad.
De este modo se detectaron los cuatro genes –CK2-α, ENPEP, CCNK y MEGF9– sobre los que es capaz de actuar miR-125b y que producen las proteínas diana en procesos de cáncer de mama. Son genes que abarcan desde receptores de membrana desconocidos hasta proteínas kinasas de carácter universal. Lo que hace miR-125b es inhibir las proteínas que resultan de la expresión de estos genes.
Hasta la fecha, hay más de un centenar de dianas terapéuticas que están investigándose en ensayos preclínicos y clínicos, pero solo se ha demostrado la efectividad de dos dianas en el cáncer de mama: los medicamentos que inhiben la sobre-expresión de los receptores HER2 y de los receptores hormonales.
Con los resultados de este estudio, Lleonart concluye que “las cuatro nuevas proteínas diana identificadas con las líneas celulares in vitro han resultado tener un papel relevante en tumores mamarios in vivo, lo que abre la puerta al estudio de nuevas vías terapéuticas sobre las proteínas identificadas, la mayoría de ellas desconocidas hasta ahora”.
Concretamente, una de estas proteínas, la CK2-α, se ha identificado como factor pronóstico en cáncer de mama, cuya expresión puede ayudar a los clínicos a determinar la agresividad de los tumores mamarios.
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