Cuando queremos perder peso lo primero por lo que optamos es por el consumo de bebidas o alimentos que contienen edulcorantes artificiales, ya que no aportan glúcidos como la glucosa. Pero, estudios recientes han demostrado que no son tan saludables pues el consumo excesivo produce alteraciones en el metabolismo.
El desajuste metabólico según, un estudio llevado a cabo, tiene una curiosa explicación: Los edulcorantes artificiales producen en el organismo una respuesta similar a la de los glúcidos, con la producción de insulina y otros procesos metabólicos. Las hormonas producidas no encuentran sustancias ante la que actuar, lo que genera un desajuste del metabolismo. Se da la circunstancia que al ingerir glúcidos y tras la experiencia anterior, el organismo no reacciona.
Como conclusión este estudio indica que muchas personas no admiten que el consumo en exceso de estos edulcorantes son perjudiciales para la salud, ya que cada vez se utilizan más para evitar la obesidad y algunas enfermedades crónicas. Por otro lado, existen poderosos intereses económicos en la producción y comercialización de estos productos como las bebidas de bajo contenido calórico consideradas sanas por los Gobiernos y a las que se les aplica impuestos más bajos que a las bebidas azucaradas.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/11/actualidad/1373541337_074348.html
El desajuste metabólico según, un estudio llevado a cabo, tiene una curiosa explicación: Los edulcorantes artificiales producen en el organismo una respuesta similar a la de los glúcidos, con la producción de insulina y otros procesos metabólicos. Las hormonas producidas no encuentran sustancias ante la que actuar, lo que genera un desajuste del metabolismo. Se da la circunstancia que al ingerir glúcidos y tras la experiencia anterior, el organismo no reacciona.
Como conclusión este estudio indica que muchas personas no admiten que el consumo en exceso de estos edulcorantes son perjudiciales para la salud, ya que cada vez se utilizan más para evitar la obesidad y algunas enfermedades crónicas. Por otro lado, existen poderosos intereses económicos en la producción y comercialización de estos productos como las bebidas de bajo contenido calórico consideradas sanas por los Gobiernos y a las que se les aplica impuestos más bajos que a las bebidas azucaradas.
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