Un nuevo avance para mejorar la vida de los diabéticos se ha llevado acabo mediante la creación de una bomba de insulina inteligente. Este gran avance nos hace soñar con poder alcanzar algún día el objetivo de un páncreas artificial.
Este nuevo avance viene desde Australia y se distribuirá en Europa en unos pocos meses.
La diabetes es una enfermedad que se debe a la incapacidad del páncreas de producir insulina suficiente (se trata de la diabetes de tipo1 que es la que suele desarrollarse en la niñez) o que el cuerpo desarrolla resistencias frente a esta hormona (se trata de la diabetes de tipo 2 relacionada con la obesidad y con edades más avanzadas). Para que los niveles de glucosa en sangre sean normales, los enfermos de diabetes deben inyectarse insulina para que los niveles de azúcar no se disparen y que estén en equilibrio.
Estas bombas de insulina son pequeños equipos portátiles que administran esta sustancia mediante un pequeño tubo subcutáneo de forma continuada en la dosis programada. Los dispositivos más evolucionados lanzan una alarma cuando detectan que los niveles de azúcar descienden y existe el riesgo de hipoglucemia, que puede dar lugar a la pérdida de conciencia.
El reto aún pendiente en este tipo de equipos consiste en responder no a las bajadas de azúcar, sino a los incrementos de glucosa en la sangre, una situación bastante más compleja de manejar.
Este nuevo avance viene desde Australia y se distribuirá en Europa en unos pocos meses.
La diabetes es una enfermedad que se debe a la incapacidad del páncreas de producir insulina suficiente (se trata de la diabetes de tipo1 que es la que suele desarrollarse en la niñez) o que el cuerpo desarrolla resistencias frente a esta hormona (se trata de la diabetes de tipo 2 relacionada con la obesidad y con edades más avanzadas). Para que los niveles de glucosa en sangre sean normales, los enfermos de diabetes deben inyectarse insulina para que los niveles de azúcar no se disparen y que estén en equilibrio.
Estas bombas de insulina son pequeños equipos portátiles que administran esta sustancia mediante un pequeño tubo subcutáneo de forma continuada en la dosis programada. Los dispositivos más evolucionados lanzan una alarma cuando detectan que los niveles de azúcar descienden y existe el riesgo de hipoglucemia, que puede dar lugar a la pérdida de conciencia.
El reto aún pendiente en este tipo de equipos consiste en responder no a las bajadas de azúcar, sino a los incrementos de glucosa en la sangre, una situación bastante más compleja de manejar.
Fuentes:
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.