La polinización es la base de la naturaleza. De ahí que científicos internacionales hayan buscado la fórmula para salvar la especie: un exitoso proceso de congelación y descongelación del espermatozoide.
Llega al reino animal los procesos de fecundación artificiales. La abeja melífera se encuentra amenazada en Perú, como en el resto del mundo. Esto supone un peligro para el equilibrio de la biodiversidad del planeta puesto que su función polinizadora es la base del resto de la naturaleza: ellas polinizan las flores que dan frutos y alimentan al resto de los animales. Por eso, es una gran noticia que un grupo de biólogos haya desarrollado un novedoso proyecto para congelar espermatozoides que permitan la inseminación artificial de las abejas reinas. Hasta ahora sólo se había conseguido de material genético "fresco".
¿Cómo lo han conseguido? Tres biólogos peruanos han logrado extraer espermatozoides de los zánganos de la 'apis melífera', congelarlos a la escalofriante temperatura de 197 grados bajo cero y descongelarlos manteniendo su vitalidad y su movilidad, lo que permite inocularlos en las abejas reina y multiplicar así sus posibilidades reproductivas.
En el mundo de las abejas, los zánganos, los macho de las abejas, tienen como función principal mantener el material genético de su especie y transferirlo a la reina; es decir, se dedican a copular. Las hembras pueden ser de dos clases: las abejas obreras que son las que fabrican la miel y la cera, y las abejas reinas que viven para copular con el zángano y mantener viva la especie.
Inseminación artificial de esperma congelado
La decana de la facultad de biología de la Universidad de San Marcos (Perú), asesora de este proyecto que ha durado dos años, ha conseguido, junto con otras tres personas, extraer la vesícula seminal de un zángano -algo que según ella facilita el proceso de congelación- para salvar "millones de espermatozoides concentrados en ocho microlitros", lo que prácticamente garantiza la inseminación. La congelación del material genético masculino de los zánganos no solo permite una prometedora multiplicación de gametos listos para fecundar, sino que "los mantiene exentos de contaminantes como ácaros o parásitos que podrían exterminar los panales".
Sin embargo, falta ahora la inseminación intrauterina de los espermatozoides en las abejas reinas, algo que corresponde a los apicultores y que según ella es difícil de lograr en Perú. En otros países, como en Chile, la inseminación artificial con espermatozoides 'frescos' la hacen de manera rutinaria, explicó Valdivia, quien concluye que se abre así "una buena oportunidad para establecer lazos de cooperación entre países".
¿Cómo lo han conseguido? Tres biólogos peruanos han logrado extraer espermatozoides de los zánganos de la 'apis melífera', congelarlos a la escalofriante temperatura de 197 grados bajo cero y descongelarlos manteniendo su vitalidad y su movilidad, lo que permite inocularlos en las abejas reina y multiplicar así sus posibilidades reproductivas.
En el mundo de las abejas, los zánganos, los macho de las abejas, tienen como función principal mantener el material genético de su especie y transferirlo a la reina; es decir, se dedican a copular. Las hembras pueden ser de dos clases: las abejas obreras que son las que fabrican la miel y la cera, y las abejas reinas que viven para copular con el zángano y mantener viva la especie.
Inseminación artificial de esperma congelado
La decana de la facultad de biología de la Universidad de San Marcos (Perú), asesora de este proyecto que ha durado dos años, ha conseguido, junto con otras tres personas, extraer la vesícula seminal de un zángano -algo que según ella facilita el proceso de congelación- para salvar "millones de espermatozoides concentrados en ocho microlitros", lo que prácticamente garantiza la inseminación. La congelación del material genético masculino de los zánganos no solo permite una prometedora multiplicación de gametos listos para fecundar, sino que "los mantiene exentos de contaminantes como ácaros o parásitos que podrían exterminar los panales".
Sin embargo, falta ahora la inseminación intrauterina de los espermatozoides en las abejas reinas, algo que corresponde a los apicultores y que según ella es difícil de lograr en Perú. En otros países, como en Chile, la inseminación artificial con espermatozoides 'frescos' la hacen de manera rutinaria, explicó Valdivia, quien concluye que se abre así "una buena oportunidad para establecer lazos de cooperación entre países".
Una vez demostrada la fiabilidad del proyecto, los biólogos van a comenzar a elegir algunos de los mejores ejemplares de estos insectos que puedan ser buenos proveedores de productos para el consumo humano:miel, cera y polen, principalmente, sin olvidar las posibilidades que el proyecto presenta en cuanto a la variabilidad genética de las abejas.
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