Ron Sveden, un jubilado de Brewster (Massachusetts), acudió de urgencia al médico el pasado 31 de Mayo debido a las grandes molestias que sentía a la hora de respirar.
Los médicos le hicieron radiografías y observaron que su pulmón izquierdo estaba dañado y había una mancha, por lo que pensaron que se trataba de un tumor.
Durante dos semanas le hicieron continuas pruebas, pero todas daban negativas al cáncer. La sorpresa fue tremenda entre los médicos y paciente cuando descubrieron que lo que causaba la mancha era la planta de guisante de varios centímetros que estaba germinando en su pulmón.
Los médicos creen que un guisante de los que comió unos dos meses antes se fue por el camino equivocado. En lugar de ir por el esófago (parte del tubo digestivo que va desde la faringe hasta el estómago), le semilla debió meterse en la tráquea y de ahí pasar a los bronquios, donde empezaría a germinar.
A pesar de la sorpresa que supuso el descubrimiento, los médicos lograron extirpar la planta del pulmón.
Los médicos aseguran que es no es inusual que pequeñas partículas de comida pasen a los pulmones, pero lo sorprendente ha sido que el guisante haya sido capaz de germinar en tales condiciones, pues el guisante es una planta que requiere ciertos abonos especiales que contengan algo de cal y dolomita, no tolera el ácido y requiere niveles de pH inferiores a 6,5. Además de necesitar una exposición soleada y riegos frecuentes.
Lo más irónico de esta historia, es que la primera comida que recibió el paciente después de ser operado fue un plato de verduras variadas, entre las que se encontraban guisantes.
Los médicos le hicieron radiografías y observaron que su pulmón izquierdo estaba dañado y había una mancha, por lo que pensaron que se trataba de un tumor.
Durante dos semanas le hicieron continuas pruebas, pero todas daban negativas al cáncer. La sorpresa fue tremenda entre los médicos y paciente cuando descubrieron que lo que causaba la mancha era la planta de guisante de varios centímetros que estaba germinando en su pulmón.
Los médicos creen que un guisante de los que comió unos dos meses antes se fue por el camino equivocado. En lugar de ir por el esófago (parte del tubo digestivo que va desde la faringe hasta el estómago), le semilla debió meterse en la tráquea y de ahí pasar a los bronquios, donde empezaría a germinar.
A pesar de la sorpresa que supuso el descubrimiento, los médicos lograron extirpar la planta del pulmón.
Los médicos aseguran que es no es inusual que pequeñas partículas de comida pasen a los pulmones, pero lo sorprendente ha sido que el guisante haya sido capaz de germinar en tales condiciones, pues el guisante es una planta que requiere ciertos abonos especiales que contengan algo de cal y dolomita, no tolera el ácido y requiere niveles de pH inferiores a 6,5. Además de necesitar una exposición soleada y riegos frecuentes.
Lo más irónico de esta historia, es que la primera comida que recibió el paciente después de ser operado fue un plato de verduras variadas, entre las que se encontraban guisantes.
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