El viernes 20, poco después de las nueve de la mañana en la península Ibérica, y si el tiempo lo permite, empezará un espectáculo celeste de primer orden que será visible desde toda Europa. La luna nueva cruzará por delante del Sol ocultando poco a poco el disco de la estrella: un eclipse solar. En el continente no se observará otro hasta 2026.
Unos miles de personas en dos archipiélagos del Atlántico Norte (las islas Feroe y las Svalbard) tendrán el privilegio de ver el Sol negro, la estrella completamente tapada por la Luna y su luz asomando blanquecina por los bordes, durante casi tres minutos en la mejor posición.
En esta ocasión, la ocultación total del Sol, que comenzará al sur de Groenlandia y terminará casi en el Polo Norte recorriendo una franja sobre la superficie terrestre de 462 kilómetros de ancho, acumula varias coincidencias, con la estrella en su máximo de actividad en el ciclo de 11 años.
Se produce un eclipse Solar cuando se cruza la Luna entre la estrella y la Tierra proyectando su sombra sobre una franja del planeta. Como, desde la superficie terrestre, el Sol y La luna tienen casi el mismo tamaño aparente en el cielo (la segunda es mucho más pequeña pero está mucho más cerca), los discos de una y otro se ven solapados casi exactamente en el caso de elipse total. Eso es lo que verán en las Feroe y en las islas árticas de Svalbard, mientras que incluso a miles de kilómetros de la franja de totalidad, se podrá ver un trozo de la Luna cubriendo una parte del Sol. El viernes, la máxima duración de la totalidad se verá al norte de las Feroe, donde, en un barco que cuente con la buena suerte del cielo despejado, se observará el Sol cubierto por completo durante dos minutos y 47 segundos.
El eclipse arranca alrededor de una hora antes de alcanzar la totalidad. En la península Ibérica, cuanto más al norte, más Sol se verá cubierto por la Luna: en A Coruña, un 76%, en Madrid, casi el 67% y en Barcelona, el 64%, (según informa el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que invita a todos los aficionados a observar el fenómeno desde su sede de Alcobendas, en Madrid). En Londres el 87% del Sol se tapará, y en Escocia, el norte de Suecia, de Noruega y de Finlandia, el 97%.
A las 9.04, hora peninsular española, visto desde Madrid, el disco oscuro de la luna nueva empezará a morder el disco solar, informa el Planetario de Madrid, que organiza la observación del eclipse (junto la Obra Social la Caixa) en sus instalaciones. El disco lunar irá “avanzando desde el borde superior derecho del Sol, ocultando, según pasan los minutos, una mayor cantidad del disco solar”, adelantan los expertos. “A las 10.08, acontecerá el máximo, instante en el que el área que nuestro satélite ocultará del disco del Sol será del 66,5%”.
Los expertos no se cansan de repetir que allá donde las nubes no impidan el espectáculo, cualquier observador del eclipse, parcial o total, deben utilizar gafas especiales para evitar el riesgo de sufrir daños graves en los ojos y que no valen todos los recursos caseros que se pasan de boca en boca, como película fotográfica, gafas de sol o un CD, todas ellas protecciones insuficientes.
Hay que contar con que la meteorología no es favorable para ver un eclipse en Europa en esta época del año, por lo que igual hay que recurrir a la transmisión del fenómeno desde lugares como aviones, ya sea por Internet o en los centros de divulgación científica.
Es muy probable que tampoco acompañe la meteorología en las Feroe (no se ve un eclipse allí desde 1612) ni en las Svalbard. Pero para evitar el cielo nublado algunos privilegiados se han apuntado a la alternativa de los vuelos chárter organizados para la ocasión, que pueden gozar de cielo despejado para tomar y transmitir las imágenes del Sol eclipsado.
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